Bares, restaurantes y comercios serán los primeros en recibir las ayudas. | Gemma Andreu

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El Consell de Menorca no puede echar mano de sus ahorros, más de 25 millones de euros, para financiar las ayudas de emergencia para pymes, autónomos y entidades previstas en el plan de lucha contra la crisis de la covid. El bloqueo que mantiene el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias sobre los superávits acumulados por las entidades locales solo ha permitido al gobierno insular utilizar un millón de euros de su propia hucha.

Para cubrir los otros dos millones que necesita para ejecutar la primera etapa del plan, el Consell ha optado por suprimir o recortar 68 partidas del presupuesto ordinario de este año. De esta forma, se desviste un santo para vestir a otro: para afrontar estas nuevas ayudas se dejan sin efecto subvenciones e inversiones previstas antes de la pandemia, con el lógico perjuicio de los que iban a ser sus beneficiarios y de la actividad económica que pudieran generar.

Del total de 25 millones que el Consell acumula en los bancos tras años de superávits, el Ministerio de Hacienda solo autoriza a hacer uso de un millón correspondiente al 20 por ciento de la liquidación de 2019. Este dinero se destinará a pagar las ayudas a personas vulnerables. Pero faltan otros dos millones para completar el plan.

Una parte significativa de esta cantidad se ha obtenido, paradójicamente, después de suprimir las ayudas que la Conselleria de Economia tenía previsto repartir antes de la crisis entre el sector industrial, comercial o agrario para financiar acciones de comercialización u otros objetivos. Ahora ese mismo dinero, ampliado con lo que se ha podido rascar de otros departamentos, se repartirá prácticamente a fondo perdido como «ayudas covid».

Desde el equipo de gobierno justifican este cambio de fichas por la necesidad de agilizar el pago de estas ayudas. Con el nuevo sistema, los beneficiarios no tendrán que esperar a justificar los gastos para cobrar, podrán hacerlo antes y aliviar así los apuros provocados por la falta de liquidez. De la petición unánime de los ayuntamientos, el Consell, el Govern y la Federación de Entidades Locales para que el Gobierno libere el uso de los superávits de otros años no se ha vuelto a saberse nada.

Tijeretazo cultural

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Más allá de la Conselleria de Economia, todos los departamentos del Consell excepto el de Servicios Sociales contribuyen a este trasvase presupuestario, si bien lo hacen en distinto grado. El área de Cultura, Educación y Deportes del Consell es, en proporción a su presupuesto, la más afectada por los recortes. Un total de 20 partidas presupuestarias del departamento que dirige Miquel Àngel Maria —ver lista adjunta— se alteran para financiar su contribución a este plan.

Destacan por su cuantía los recortes en las inversiones previstas dentro del plan de gestión del patrimonio histórico (con 20.000 euros menos), el gasto de limpieza y señalización de monumentos (20.000), las ayudas a la producción audiovisual y creación de artes escénicas (24.000), los cursos del Centre Internacional de Gravat (19.000), las Jornadas Literarias Albert Camus de Sant Lluís (10.000), la Escola d’Art Dramàtic de Menorca (10.000), la exposición y material para el Arxiu d’Imatge i So (10.000), la catalogación de nuevos fondos patrimoniales (8.000) o el plan estratégico de bibliotecas (5.000), entre otros.

El recorte total sobre el presupuesto inicial de esta Conselleria asciende a 250.000 euros, que incluye además partidas para financiar material y vestuario deportivo (con 22.000 euros menos), el convenio suscrito con los ayuntamientos para las ayudas a la educación infantil de 0 a 3 años (24.000) o la aportación que venía haciendo el Consell a la Universitat Catalana d’Estiu (3.000).

Por partida doble

El sector cultural de Menorca sufre, además, recortes por partida doble, ya que también pierde otros 50.000 euros que estaban presupuestados para financiar actividades culturales, deportivas y exposiciones procedentes de otros departamentos del Consell, como por ejemplo Turismo.

La contrapartida a este tijeretazo es la convocatoria de una línea de ayudas al tercer sector para paliar los efectos de la crisis de la covid-19, con una dotación total de 200.000 euros a repartir no solo entre los agentes culturales sino también entre entre entidades y asociaciones del ámbito juvenil, deportivo, de acompañamiento, de acción comunitaria, ambiental, animalista, de cooperación y de economía social.

El otro gran tijeretazo se registra en las cuentas de Medio Ambiente y Reserva de Biosfera, que suprime un total de 200.000 euros a repartir entre una docena de partidas. El departamento de Ocupación, Vivienda y Cooperación, por su parte, aparca uno de sus proyectos más ambiciosos, los 200.000 euros que tenía para la adquisición de suelo junto a inversores privados para el programa de covivienda. Un dinero que financiará la nueva línea de ayudas para entidades del tercer sector.