Un grupo de pacientes a las puertas de Dentix en el centro de Maó. La protesta se repitió en toda España. | Gemma Andreu

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Con los tratamientos a medias y sin respuestas, así continúan los clientes de Dentix en Maó, que ayer tarde se unieron a la movilización en toda España manifestándose un grupo de unas veinte personas a las puertas de la clínica. Las instalaciones de Maó han reabierto pero solo con la recepcionista, que recoge todas las quejas y peticiones de historiales médicos, los ortodoncistas por ejemplo, siguen sin aparecer.

La clínica, cerrada desde el estado de alarma, abre ahora cuatro días a la semana, dos de ellos solo por las mañanas, y lo único que saben los clientes es que el grupo está en situación de preconcurso de acreedores con un riesgo de cierre que dejaría a muchas personas con sus bocas a medio arreglar y en muchos casos con los créditos aún vigentes, es decir, pagando a la financiera sin tener el servicio.

«Yo estoy esperando ortodoncista pero no hay, en algunos casos una auxiliar ha atendido alguna urgencia, en mi caso cortar un trozo de hierro que me estaba haciendo una herida», explicó ayer Sandra, una de las afectadas. Esta clienta acaba de terminar de pagar el crédito de su tratamiento «pero sigo sin ortodoncista, en enero fue la última vez que me vieron, y esto me puede provocar problemas, si esto sigue así me va a tocar ir a otro dentista».

Hay otros centros de España en los que Dentix ni siquiera ha abierto y donde lo ha hecho, la situación es igual que en Maó, sin especialistas cirujanos u ortodoncistas. La mayoría de los afectados han solicitado su historial y muchos ya han presentado la correspondiente reclamación a Consumo.

«No sé si nos darán alguna solución, en nuestro caso son dos afectados, mi esposo y mi hijo, y los dos están a medias, empezamos el tratamiento en 2016», indicó Verónica. Esta familia ha acabado de pagar un crédito pero sigue pagando otro por los tratamientos. A Rachel le sucede lo mismo. Con una ortodoncia «he venido tres veces para pedir cita y me dicen que no hay ortodoncista, y tengo un bracket despegado desde marzo». Lleva más de un año con el tratamiento y sigue pagando a la financiera el crédito. Ha seguido los pasos para reclamar en Consumo «y ya no sé qué más puedo hacer», se lamenta