El varadero de Ciutadella, pendiente de un concurso público. | Josep Bagur Gomila

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La empresa Astilleros Llompart, que está al borde de perder la concesión del varadero de Ciutadella si prospera la adjudicación a Marina Seca como oferta mejor valorada en el concurso público, considera que Ports de les Illes Balears y el conseller Marc Pons están «justificando de forma arbitraria» la futura adjudicación del servicio a una empresa que, según afirma el gerente Jaume Llompart, «no tiene ninguna experiencia previa en la gestión de varaderos u otros servicios portuarios básicos y, además, ha presentado una oferta económicamente inviable».

La comisión de valoración encargada de puntuar las distintas propuestas ha situado en primera lugar la oferta de Marina Seca Ciutadella. No obstante, en la última reunión celebrada en junio, acordó requerir a esta empresa que acreditara la legalidad urbamística de dos naves que ha ofrecido para el hibernaje de embarcaciones como servicio complementario al varadero.

En un escrito remitido a este diario, Astilleros Llompart sostiene que ambas naves están en terreno rústico y fuera de ordenación, motivo por el que presentó alegaciones a Ports para cuestionar la viabilidad de la propuesta de su competidor.

Un canon «desproporcionado»

Otras de las «irregularidades» que según su análisis se darían en el caso de que Ports adjudique a Marina Seca el varadero es que «no ha gestionado nunca ninguna instalación portuaria», modificó su objeto social antes del concurso para ajustarse a lo que pedían las bases y «ha presentado una oferta que es totalmente deficitaria económicamente», en alusión a que ofrece pagar un canon a la administración que es un 276 por ciento más alto del ofrecido por los otros dos licitadores del concurso.

«Estamos exponiendo públicamente una realidad incómoda y sobre todo injusta», señala Jaume Llompart, que insta a Ports a revisar los criterios que ha tenido en cuenta en las valoraciones.