Primera línea de Fornells, junto a la playita del Viver, que será transformada en restaurante | Josep Bagur Gomila

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La Entesa des Mercadal y Fornells muestra su acuerdo con la gestión municipal de la Casa del Contramaestre para usos sociales y cuturales, «pero no a cambio de nuevos edificios en primera línea ni de concesiones públicas innecesarias a empresas privadas». Se muestra contundente en su críticia al acuerdo alcanzado entre el Govern y el Ayuntamiento presentado la semana pasada por Marc Pons y Francesc Ametller, «eso es claramente un chantaje por parte de Ports y el Ayuntamiento no puede aceptarlo», afirma en una nota.

Muestra su sorpresa por la intención de Ports de seguir adelante con la construcción de un edificio para servicios portuarios ahora que ha recuperado las casas y que sea aceptado por el grupo socialista, «cuando en diferentes plenos municipales se ha acordado por unanimidad que no se quiere este edificio», recuerda.

Apela la Entesa a otro punto que se habría descuidado en este proceso, la participación del pueblo de Fornells en la toma de decisiones sobre estas casas ya recuperadas para uso público», señala. En su opinión, el uso de restauración previsto es redundante, «nos indigna que el único uso que Ports nos plantee sea una nueva cantina-restaurante, en concesión privada, en un pueblo donde precisamente no hace falta aumentar la oferta de restauración», comenta.

También echa de menos que no haya documento alguno firmado que acredite el acuerdo entre las dos partes implicadas, por lo que de momento no es más que una expresión de voluntad.

Además critican la opacidad de la negociación, que no ha sido debatida en la Junta Local de Fornells ni se ha hablado con la Cofradía de Pescadores ni con la Asociación de Vecinos. El riesgo de cambiar la primera línea «debería contar con el máximo consenso posible», concluye.