La canalización de agua desde la depuradora de Es Castell hasta la central térmica del puerto de Maó ya está lista para entrar en fase de pruebas. | Javier Coll

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La canalización de agua desde la depuradora de Es Castell hasta la central térmica del puerto de Maó ya está lista para entrar en fase de pruebas. Más de un año después de que arrancasen los trabajos para tender la doble tubería que debe nutrir de agua el sistema de refrigeración instalado en la central de Maó y tras varios retrasos sobre el calendario previsto –pandemia incluida–, Endesa confirma que los trabajos ya han finalizado y que en pocos días, previsiblemente esta semana o la que viene, arrancarán los ensayos, durante los cuales seguirá siendo necesario el traslado de agua con camiones cisterna.

Cabe recordar que el sistema de refrigeración está oficialmente operativo desde el 1 de enero, fecha límite para el cumplimiento de la directiva europea de emisiones industriales, que obliga a la central eléctrica a menorquina a reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) alrededor de un 70 por ciento. Este sistema de refrigeración funciona con grandes cantidades de agua. El proyecto de adaptación a la directiva europea preveía que el agua llegara hasta la térmica de Endesa a través de seis kilómetros de tuberías desde la depuradora, sin embargo, ante la imposibilidad de que las obras de canalización llegaran para final de año se optó por una alternativa temporal, el traslado del agua en camiones cisterna, previsto para unos meses, pero que se acercará al año.

La paradójica solución del traslado en camiones –teniendo en cuenta las emisiones contaminantes que provoca ese trajín casi constante de vehículos– ha implicado que hasta el momento y sin contar la fase de pruebas que arrancó semanas antes a la entrada en vigor de la directiva, la central haya requerido una media de entre diez y doce camiones diarios (en días laborables), según datos de la empresa. Cada uno de esos camiones debe hacer un viaje de ida, unos siete kilómetros, y otro de vuelta para devolver a la central buena parte del agua transportada, de insuficiente pureza para el sistema de refrigeración. Con todo, el balance desde el 1 de enero es de alrededor de 8.500 viajes de camión, el equivalente a casi cinco viajes de ida y vuelta en una imaginaria línea recta desde Menorca hasta Nueva York.

Menos camiones

A medida que las pruebas de la canalización vayan dando buenos resultados, se irá reduciendo el número de camiones que necesita la central para alimentar el sistema de refrigeración. Desde la compañía llaman la atención sobre el hecho de que por efecto de la ralentización de actividad que ha provocado la pandemia, las necesidades de producción de la central se han reducido, y en consecuencia también el número de camiones diarios. De enero a octubre el consumo ha caído un 21,6 por ciento en relación al mismo periodo de 2019.