Tras el pico de matrículas alcanzado en 2018, las matriculaciones de recreo han experimentado un sensible descenso | Josep Bagur Gomila

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La matriculación de embarcaciones de recreo no ha sido en Menorca ajena a los efectos de la pandemia de la covid-19. No obstante, en la Isla el golpe en esta estadística ha sido menos duro que en el resto de Balears, con un descenso en las incripciones del 17 por ciento que se queda bastante por debajo que los porcentajes de Mallorca (29 por ciento) y sobre todo Eivissa (59 por ciento).

Según los datos facilitados por el Distrito Marítimo de Maó de Capitanía Marítima, en las listas sexta y séptima se han matriculado en lo que llevamos de año (en invierno apenas hay inscripciones) 288 embarcaciones. Estas categorías corresponden respectivamente a embarcaciones de recreo con las que se hace negocio, por ejemplo con el alquiler, y a aquellas para la práctica deportiva, el ocio o la pesca sin ánimo de lucro.

Esta cifra de 288 altas se sitúa en los niveles de 2017 (289), después del importante incremento del 30 por ciento que se produjo al año siguiente para alcanzar las 375 matriculaciones, una cifra que se atenuó en 2019 con 347 altas sobre todo por el bajón de las que se destinan al negocio.

El número de matriculaciones no supone que todas las embarcaciones sean nuevas. El jefe de Distrito Marítimo de Maó, José Luis Ortega, explica que la cifra de matrículas para el estreno de una barca suele oscilar entre el 55 y el 65 por ciento en los últimos años, tras un bajón con la anterior crisis. En 2014, por ejemplo, apenas eran un tercio y en 2016, un 45 por ciento. En lo que llevamos de 2020 ha sido el 55 por ciento. El resto de matriculaciones corresponden a barcas que llegan procedentes de otros puertos o países, o que cambian de lista para pasar, por ejemplo, del uso privado al alquiler.

El comportamiento del volumen de matriculaciones es distinto en cada una de las dos listas. En los últimos tres años las cifras de matriculaciones en embarcaciones de recreo para ocio privado en Menorca han experimentado una mejor evolución que las que son empleadas por empresas de alquiler o similares. En 2017 la diferencia en las altas de una y otra era moderada (164 por 125). Ambas aumentaron bastante en 2018, pero en 2019 mientras la lista séptima se mantuvo, la sexta ya bajó un 21 por ciento. D e nuevo en 2020 su reducción ha sido más acusada, con lo que dos tercios de las matriculaciones han sido de barcas destinadas a un uso particular no lucrativo. La misma proporción se produce en el total balear.

El volumen de matriculaciones en Menorca es, en relación a la población, muy superior a las otras islas. Las 288 de este año no se quedan muy lejos de las 471 de Mallorca y están muy por encima de las 48 de Eivissa.