La conexión de los caminos de Alcaidús y Rafal Rubí quedará definitivamente cortada por la linea continua con la que se señalizará la carretera | Josep Bagur Gomila

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Junts Per Lô, el grupo de la oposición municipal compuesto por los mismos partidos del gobierno del Consell, reclaman a este que reconsidere la solución anunciada para el cruce de los caminos de Alcaidús y Rafal Rubí con la carretera general. Esa solución consiste en la señalización de la calzada con línea continua y contemplar un cambio de sentido más alejado de ese punto, en dirección Maó.

Junts per Lô no está de acuerdo con esa opción y pide, a través de una moción registrada el miércoles en el Ayuntamiento, una alternativa que implique mayor seguridad para los vecinos y las explotaciones agrarias del entorno y la actividad deportiva, dado que se trata de una trama de caminos rurales muy utilizada por ciclistas y senderistas. En ese punto se concentran asimismo las visitas a las navetas, que no deberían verse perjudicadas si se dificulta el acceso a las mismas.

En segundo lugar, apremia a la Conselleria de Movilidad a que no se prolongue por más tiempo la problemática del cruce y que se de prioridad al tramo L’Argentina-Rafal Rubí.

Es probable que, a pesar de expresar su acuerdo con el derribo del puente, la moción reciba el apoyo del gobierno del PP, lo que supondría que Movilidad tendría que ejecutar una solución que no comparte el Ayuntamiento de Alaior. No hay, sin embargo, en la moción una selección de alternativas más idóneas.

Maria Camps, líder del grupo, justifica la iniciativa en la reivindicación del vecindario, «nos hemos hecho eco de la inquietud popular» y porque además «es un camino histórico del municipio». Añade que su grupo no se define por una alternativa concreta ni entra a valorar las soluciones, que van desde el carril central de giro a la izquierda a un cambio de sentido cercano pasando por un túnel al estilo de la opción aplicada en el camino de El Pilar. En todo caso, «la línea continua no es una solución», afirma Camps.

Admite que no hay un tránsito extraordinario por la zona, pero apela al sentido común para que no se restrinjan las opciones de uso de esos caminos rurales.

Los argumentos fueron expuestos a la consellera de Movilidad, Francesca Gomis, antes de redactar la moción, que es también consecuencia de las pocas expectativas de cambio de planteamiento por parte del Consell.

La responsable de la materia señala, en efecto, que se mantiene en la solución anunciada el mes pasado en el pleno de la institución.

Excavar un túnel, más caro

La alternativa del cambio de sentido donde decidan los técnicos siguiendo criterios de seguridad y fluidez del tráfico será la que se ejecute. Un túnel que uniera los dos caminos bajo la calzada ha sido descartado, a pesar de que la orografía favorece la opción.

No se puede aplicar una propuesta que reste seguridad a la que había -la estructura elevada-. Eso es un impedimento técnico al que se suma otro impedimento económico, puesto que excavar siempre encarece el presupuesto. Además, «obligaría a más estudios e informes previos y podría perjudicar el yacimiento arqueológico de las navetas», concluye Gomis para ratificarse en su decisión.