El instituto de Alaior, uno de los centros afectados | Josep Bagur Gomila

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El último brote de coronavirus SARS-CoV-2 en Menorca ha dejado a una parte importante de la población escolar de Alaior confinada. Más de 150 alumnos de tres centros diferentes, el colegio público Doctor Comas, el concertado La Salle y el instituto Josep Miquel Guàrdia, están en cuarentena y cuando la finalicen y puedan reincorporarse a clase si la PCR da negativa, prácticamente habrá terminado el primer trimestre del curso y estarán a las puertas de las vacaciones de Navidad.

En total, se han diagnosticado 21 casos positivos. En la última actualización de datos, del domingo, se han detectado 8 casos, de los uno corresponde a un alumno dela escuela de karate y 7 familiares.

El aviso de empezar a confinar estudiantes llegó de Salud el viernes por la tarde, cuando se detectaron trece positivos en una escuela de artes marciales de la localidad, dos positivos eran adultos y once, niños y adolescentes escolarizados en distintos centros docentes, explicó ayer la concejala de Servicios Sociales, Maria Antònia Pons Mascaró.

Cinco de esos positivos son alumnos del IES Josep Miquel Guàrdia, tal y confirmó su director, David Font, y están repartidos en cuatro aulas de primero, segundo y cuarto curso de ESO. Solo en el instituto ya hay más de 80 estudiantes en confinamiento durante los próximos diez días. Un grupo ya se sometió a la prueba PCR ayer y el resto lo harán el lunes y el martes, a lo largo de este puente festivo. En cuanto a los docentes, son cerca de una veintena los que tienen que realizarse el test y si dan negativo, podrán incorporarse a clase el miércoles día 9.

En el colegio público Doctor Comas hay alumnos que han dado positivo en algunas clases de tercero, quinto y sexto curso; el equipo directivo ha enviado una misiva a las familias para que estos niños se queden confinados en casa y recomienda asimismo que lo hagan sus hermanos. Por último, el tercer centro afectado es el de La Salle.

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El vínculo que une a estas escuelas es que los alumnos asistían a las clases de karate donde se detectaron los 13 positivos; además hay ocho personas que asistían al club que dieron negativo en las PCR, pero también están confinadas por ser contacto estrecho de los positivos. La detección de estos casos derivó de las tareas de rastreo de otros pacientes, en concreto del contagio de una trabajadora del geriátrico de Maó que tendría vínculo familiar con el club deportivo. «Es solo una sospecha», señaló ayer Pons.

Ahora la preocupación reside en que, a partir del rastreo de contactos de los alumnos, la covid-19 se extienda por el municipio, que ya tuvo un importante brote socio-familiar en octubre y otro en noviembre en el geriátrico Es Ramal, que llevó al Govern a intervenirlo.

Responsables del club afirman que cumplen todas las medidas de seguridad

Responsables del club de karate donde se detectó el positivo de once alumnos de distintos centros escolares de Alaior afirman que cumplen las medidas de seguridad, como por ejemplo el uso de la mascarilla. Aun así, el rastreo que realizaron los sanitarios de los contactos estrechos de la trabajadora del geriátrico de Maó que dio positivo les llevó hasta el centro deportivo. Allí decidieron cribar al alumnado y detectaron los 11 positivos, dando comunicación del brote al Ayuntamiento de Alaior. Ahora está pendiente el rastreo de esos nuevos casos.

Desde el club mantienen que el contagio ha podido llegar de fuera de las instalaciones, ya que en el centro se siguen las normas, y que todavía está por determinar el origen, aunque el Consistorio confirmó ayer que el brote se había detectado en la escuela de karate en la que coincidieron los niños.