Alex Alemany

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En el año 2015, con apenas 14 primaveras, Alex Alemany (Maó, 2000) volvió de un encuentro tecnológico en Barcelona con la propuesta bajo el brazo de organizar un Google Developers Group en Menorca. Mostrando una sorprendente precocidad empezó a montar pequeños encuentros con amantes de la tecnología y poco después, en 2017, organizó el primer evento con empaque profesional, el Woman Techmakers. Entonces era un estudiante de Bachillerato. Ahora se forma como ingeniero informático en la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) y compagina el cultivo de su futuro como investigador en computación con el desarrollo de eventos como las STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, en sus siglas inglesas) Talks, que este jueves y viernes celebran su cuarta edición con un imponente cartel de expertos y por vía telemática.

¿Qué es un Google Developers Group y qué buscan con iniciativas como las STEM Talks?

—Es un grupo de gente interesada en tecnología. Puede ser tecnología Google o no. En el nombre aparece Google, pero no estamos vinculados con la empresa. Se van haciendo acontecimientos periódicos muy variados. Pueden ser pequeños encuentros o más grandes como el STEM Talks. Mi idea es dar difusión a nuevas tecnologías de cualquier ámbito de una forma comprensible, más dinámica y amena, para dar a conocer este mundo a cualquier persona interesada. Esa es la filosofía, no tan técnica, sino para buscar un público que quiera aprender.

La tecnología es un concepto muy amplio. ¿En qué se fijan en esta edición?

—Precisamente por ese espíritu divulgativo queremos abarcar muchos temas como por ejemplo las criptomonedas, la impresión 3D, tecnología de software... Un poco de todo.

Todavía hay mucha gente un poco reacia a la tecnología...

—Queramos o no estamos dentro del mundo tecnológico. Sepamos más o menos, todo el mundo se está adaptando. De la tecnología es bastante difícil escapar. La gracia que tiene es que trata de hacernos la vida más fácil, teniendo en cuenta en todo momento la bioética y la tecnoética. No nos tenemos que pasar, no tenemos que jugar a ser dios con la tecnología. No hay que acabar como la película «Wall-e», en la que todo el mundo tiene sobrepeso y se mueve con sillas voladoras. Ese no debería ser el futuro del ser humano. La tecnología nos debe permitir conocer cada vez más y aplicarlo para mejorar.

¿En qué punto está Menorca en este ámbito?

—En Menorca hay movimiento, sobre todo en el campo de las soluciones de software para empresas, y especialmente orientado al turismo. No está como en Barcelona, Palma, Madrid u otros países. Pero en estos momentos cualquier persona podría crear una empresa en Menorca y tener éxito. Con el trabajo remoto, que es evidente que es el camino hacia el que vamos, es totalmente posible. Pero por ahora nadie lo ha hecho y no se ha encontrado la necesidad seguramente.

¿Qué le parece la propuesta de crear un hub tecnológico de innovación en la Isla?

—Lo veo bien. Siempre se ha dicho que dependemos demasiado del turismo, es bueno potenciar otros sectores. Cuanto menos dependamos de un sector, mejor estará nuestra economía y nuestra calidad de vida. Menorca Millennialls es un buen ejemplo. Sería traer a gente aquí , decirles: «Ven a Menorca que es un lugar idílico, no te faltará de nada». Al final un informático no es una persona cerrada siempre. Incluso se agradecería un entorno así. Es una buena iniciativa.

¿Ve su futuro laboral en Menorca?

—Actualmente no me veo en Menorca. Haría falta ver cómo evoluciona todo. Ahora no pienso en hacer empresas, querría dedicarme a la investigación, privada o pública, de computación. En Menorca no se investiga prácticamente en nada. Pero conozco gente que fía volver siendo informático para crear una empresa o trabajar en empresas locales. Para mí ahora no habría opción...

¿Por qué no hay que perderse las STEM Talks este año?

—Hemos perdido la presencialidad pero no podíamos perder el STEM talks y también será más abierto. Sirve para escuchar, preguntar, aprender, para muchos alumnos que no saben hacia dónde tirar. Tenemos grandes ponentes. A Eduardo Sáenz de Cabezón lo he perseguido durante años. Es un muy reputado investigador, tiene un canal de Youtube muy famoso y el programa «Órbita Laika» en La 2. Tienen un gran don para hablar. Quien escuche su charla a lo mejor se hace matemático. También está la secretaria de Estado de Digitalización, Carme Artigas. Tenemos otros investigadores como Karina Gibert, hay gente de IBM, de HP. Hay mucho nivel.

Un listón muy alto para el año que viene...

—Voy a trabajar mucho. Como será la quinta edición, quiero hacer algo especial.