Complejos con turistas británicos habituales, que disponen de apartamento o casa propia en ellos, como el de Son Bou, ya se ven afectados por las restricciones derivadas de la salida del Reino Unido de la Unión Europea. | Gemma Andreu

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La situación de los británicos no residentes en la Isla se ha visto comprometida desde que el 1 de enero finalizara el periodo transitorio en el acuerdo de retirada para la ejecución definitiva del Brexit, que ha supuesto la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Los británicos con segunda residencia en Menorca, aquellos que estaban habituados a pasar los rigores del frío invierno, de abril a octubre, o largas temporadas entre nosotros, han visto seriamente trastocados sus planes.

De ahora en adelante estas personas que mantienen su residencia en el Reino Unido pueden quedarse en España un máximo de 90 de cada 180 días. Una vez transcurridos esos tres meses están obligados a regresar a su país y pasar allí otros tres meses antes de poder volver a España.

La restricción afecta directamente a parte de la comunidad británica arraigada en la Isla pero que hasta ahora no había precisado obtener la residencia permanente aquí gracias a la libre circulación y estancia de los ciudadanos que pertenecen a los países del espacio Schengen.

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