Imagen de archivo del geriátrico de Alaior. | Josep Bagur Gomila -

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Las residencias que tengan como mínimo un 70 por ciento de usuarios vacunados, y la misma proporción de trabajadores también inmunizados, podrán empezar a relajar medidas a partir del 9 de mayo. De momento la obligación de someterse a una PCR cada vez que se pasan 72 horas fuera del centro ya no afecta a las personas vacunadas, según el acuerdo del Consell de Govern del pasado 23 de abril sobre medidas excepcionales para contener la covid-19.

Deben realizarse el diagnóstico obligatorio los usuarios de nuevo ingreso sin la pauta completa de vacunación y los trabajadores que regresen después de un permiso o vacaciones, así como los nuevos que se incorporen a la plantilla, siempre que no estén vacunados. Estas PCR serán periódicas y semanales para los empleados que no se hayan inmunizado contra la covid-19, avanzó ayer la consellera de Bienestar Social, Bàrbara Torrent, quien considera que la práctica totalidad de centros de Menorca llegará a este mínimo del 70 por ciento y podrá beneficiarse de la relajación de medidas.

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Además Salud trabaja en una resolución, que ha sido debatida ya en el grupo autonómico de trabajo del que forman parte representantes de la Conselleria, de los consells insulares y de la Dirección General de Dependencia y que también se ha expuesto a los Servicios Sociales de los ayuntamientos, para que esta flexibilización de restricciones salga adelante y beneficie tanto a usuarios de las residencias de discapacidad (una en Menorca, Trepucó) y los ocho geriátricos públicos, como a sus familias.

Por ejemplo, explicó Torrent, permitirá que los mayores que pasen un fin de semana fuera con sus familiares no tengan que hacerse una PCR al volver al centro; o también reducir las distancias de 2 a 1,5 metros. En el caso de geriátricos que han sufrido brotes de covid-19, como sucedió en Alaior, podría afectar a los planes de contingencia, mucho más restrictivos, que tuvieron que aplicar para contener la expansión de la enfermedad, explicó ayer la concejal de Servicios Sociales, Maria Antònia Pons.

Todos estos cambios están pendientes de la aprobación final de la Conselleria de Salud pero todo apunta a que prosperarán y serán efectivos cuando decaiga el estado de alarma. Las nuevas normas serán de obligado cumplimiento en todos los centros, públicos y privados, aunque en Menorca solo hay un geriátrico privado en Sant Lluís, Casa Remei, de pequeñas dimensiones, ya que es una vivienda asistida con capacidad para solo ocho personas.