En la Avinguda Josep Mascaró Passarius ya se pueden ver las señales que indican que la velocidad máxima en esta vía se ha reducido | Josep Bagur Gomila

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Los municipios de la Isla se han adaptado a distinto ritmo a los nuevos límites de velocidad para los núcleos urbanos que entraron ayer en vigor, en aplicación de la modificación del Reglamento General de Circulación, vía real decreto aprobado en noviembre. La incidencia de la novedad existe, pero las variaciones sobre la situación preexistente se limitan a unas pocas calles concretas de cada localidad, aunque algunas bastante significativas y con un alto nivel de tráfico. En localidades como Es Castell o Sant Lluís, por ejemplo, nada cambia con la aplicación directa de la nueva normativa estatal, puesto que ya se habían adaptado a este límite de velocidad desde hace tiempo.

El reglamento establece que desde ayer las calles de plataforma única, con aceras y calzada a un mismo nivel, pasan a una velocidad máxima de 20 kilómetros por hora, mientras que las calles con un único carril por cada sentido de circulación tienen un tope de 30 kilómetros por hora. Hasta ahora, muchos de los municipios de la Isla contaban con una limitación general de velocidad de 40 o 50 kilómetros por hora, con restricciones a 30 o 20 en los cascos históricos, en función de las características de las calles.

El Ayuntamiento de Maó avanzó trabajo al aprobar hace poco un cambio en la ordenanza para declarar todo el núcleo urbano como Zona 30. En las entradas del municipio ya hay carteles donde se informa de que es esta la velocidad máxima permitida en todo el núcleo urbano, aunque dentro de la ciudad todavía ayer se podía ver alguna señal de 40 kilómetros por hora (Avinguda Vives Llull, rotonda del ‘Ramis’). Los últimos flecos.

Desde Sant Lluís comentan que la entrada en vigor de la medida no cambia nada en su municipio. En prácticamente todas las calles del pueblo y de las urbanizaciones (en este último caso de forma más reciente) ya estaban implantadas velocidades máximas de 30 kilómetros por hora, mientras que la Avinguda de la Pau se mantiene en 40 porque es una travesía, y la normativa así lo permite. Lo mismo ocurre con las calles de los polígonos.

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