La acumulación de las algas producen hedor y por eso comenzó su retirada a principios de mes | Josep Bagur Gomila

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La acumulación de algas produce mal olor, pero no la contaminación por E. coli (Escherichia Coli), la bacteria que este año ha levantado las alarmas por la calidad del agua que discurre por el torrente de Cala Galdana. El miércoles fue detectada una «conexión irregular, una acometida particular» directamente al cauce de «Es riu», según reveló Noemí Camps, teniente de Alcaldía de agua y alcantarillado de Ciutadella, en el pleno del jueves.       

La acometida ha sido anulada y se abrirá el pertinente expediente sancionador al infractor. El vertido ofrece algunas pistas sobre el origen de la contaminación fecal, pero aún no se ha establecido una relación directa de causa-efecto. La acometida descubierta se sitúa en el cauce alto del torrente y el punto en el que se halla más concentración de E. coli está en la zona del puente de madera.

El último análisis de las aguas se realizó el viernes de la semana pasada y ofrece resultados extremos, normalidad en la parte alta del torrente y «valores alterados» en el cauce bajo, en el entorno del puente, explicó Camps a los concejales. No obstante, no exime tampoco a la depuradora de Serpentona de responsabilidad contaminante después de observar el vertido del agua depurada al torrente, con posiblemente elevado contenido de bacterias.         

Comparativa

El debate sobre la salud ambiental de «Es riu» de Cala Galdana llegó a propuesta del PP, aprobada con enmiendas por unanimidad, para, por un lado, pedir a Abaqua la petición terciaria de las aguas residuales y, por otro, exigir al propio Ayuntamiento de Ciutadella la revisión y arreglo de la red de alcantarillado, que sigue bajo sospecha de causar las filtraciones.

Si Noemí Camps intentó restar alarma aduciendo que las analíticas de este año presentan valores similares a las de años pasados, la portavoz popular Juana Mari Pons sostuvo lo contrario. «En las de 2019 y 2020 no hay rastro de E. coli», dijo, además de reconocer que la alcaldesa le había pedido no hablar de vertidos, «pero son vertidos», agregó incluso antes de que Camps hablara de la acometida detectada.