Una payesa conduce las vacas hacia el establo de su explotación

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La desaparición del sector vacuno lechero en Menorca implicaría la desaparición de más de un centenar de explotaciones y con ellas, la destrucción de más de 450 puestos de trabajo directos entre agricultores, empleados de las industrias lácteas, cooperativas, suministradores y veterinarios entre otros, cuyo volumen de facturación suma entre 35 y 40 millones de euros.

Esta es la dura advertencia que lanza la Asociación de Empresarios de Explotaciones Agrarias (Agrame) ante la situación crítica que atraviesa el sector que, asegura, está «a punto de colapsar» si no se pone fin a los precios por debajo de los costes de producción de la leche.

Es un problema que se extiende por toda España y que en estos momentos ha puesto al sector lácteo en pie de guerra «porque está en juego su supervivencia», explica Agrame en una nota de prensa en la que exige a la Administración que vele por el cumplimiento de la legalidad, en cuanto a la cadena de formación de precios, de modo que el sector productivo –los ganaderos–, el elaborador –las industrias–, el distribuidor y el vendedor final del producto al consumidor obtengan todos la retribución que les corresponde «y no suceda como ahora, que el único que tiene su margen es el vendedor final».

Las consecuencias de esta crisis que ha dejado 114 explotaciones actualmente en Menorca, de las entre 400 y 500 que había en los años 90, sería devastadora para el paisaje y el medio ambiente de la Isla, clama Agrame, por «la desaparición de estos agricultores, que con su actividad indirectamente se encargan de mantener limpios nuestros prados y bosques, previniendo incendios».Al mismo tiempo el paisaje «dejaría de cuidarse y ello acarrearía un problema añadido de afectación al entorno del que tanto presume Menorca como reserva de la biosfera».

Consumidores

La asociación también dirige su petición de apoyo a los consumidores, quienes afirma «tienen mucho que decir en todo esto, si quieren apoyar un producto de proximidad que genera riqueza económica, paisajística y medioambiental en la Isla, o prefieren que todo quede sometido al imperio del más fuerte», añade, «sin importar las consecuencias que ello pueda generar». Para Agrame, la subida de uno o dos céntimos que a modo de tanteo ofrecen en este momento las industrias a los ganaderos de la Península «no resolverá el problema y lo único que conseguirá es retrasar la muerte del sector».