Las aceras del margen sur de la Ronda cuentan con un par de    rampas pensadas para pasos de peatones que no se han habilitado. | Gemma Andreu

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La Ronda de Maó es la vía con mayor tráfico de vehículos de Menorca. Ycon diferencia. Pese a ello, está ya integrada como parte del entramado urbano. Esto genera conflictos, riesgos y sensación de inseguridad. En este contexto, 165 personas han apoyado con su firma la petición que acaba de presentar al Ayuntamiento de Maó Enrique Mir, un vecino de la parte de Borja Moll (entre las rotondas del cementerio y del CEIPMare de Déu del Carme) para que se instalen dos pasos de peatones más en este tramo.

El problema es que en el margen norte de este tramo concreto hay una gran actividad comercial y vecinal, y en el sur plazas de aparcamientos y espacios públicos, como un pipican o un gimnasio al aire libre. En ese punto, «la gente cruza igual aunque no haya paso de peatones, los que hay están muy lejos, para usarlos se tiene que hacer una excursión», comenta Mir. Entre los dos pasos cebra existentes, junto a las rotondas mencionadas, hay una distancia de 602 metros, expone este ciudadano. Todo ello supone un importante riesgo, más cuando los límites de velocidad a menudo no se respetan. Recuerda que en poco tiempo se han producido dos atropellos graves.

Desde el Ayuntamiento de Maó aseguran que la Ronda no está pensada para muchos pasos de peatones, y que los existentes están en puntos donde se baja la velocidad, como las rotondas. Entienden desde el Consistorio que disponer más pasos de peatones en estas zonas intermedias sería incluso más peligroso. Estos días se están instalando los radares fijos, adquiridos hace ya bastante tiempo a petición vecinal, para controlar la velocidad.