La escasez de mercado de alquiler en la Isla supone otro contratiempo para los inquilinos que buscan piso. | MANOLO BARRO

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Finaliza el año 2021 y el Govern aún no ha podido cerrar las ayudas para alquileres que corresponden a la convocatoria de 2020, con una dotación final de 9,5 millones de euros. Es así puesto que el Ejecutivo aprobó recientemente una ampliación de crédito de 770.000 euros a la partida inicial de 8.836.000 euros con el propósito de atender el mayor número de demandas posibles durante el primer año de la pandemia, que tanto castigó la economía familiar.

A día 31 de diciembre han sido concedidas 5.051 ayudas de las 8.334 solicitadas. Las aprobadas se reparten por ahora 8.486.641 euros, aunque falta incluir el importe de las 27 últimas validadas este mes de diciembre. La Conselleria aún no ha podido facilitar los datos por islas hasta que no resuelva los últimos expedientes.

En la mayoría de los casos, informan desde la Conselleria de Movilidad y Vivienda, las negativas ha venido determinadas por el incumplimiento de los requisitos de la convocatoria abierta en mayo de 2020.

La ayuda que se concede en esta convocatoria puede alcanzar el 40 por ciento de la renta máxima mensual si esta es igual o inferior a 900 euros. La suma total no puede superar el límite por vivienda de 3.960 euros anuales, ni el de 330 mensuales, aunque es susceptible de alcanzar el 50 por ciento para menores de 35 años o mayores de 65.

El Partido Popular, por boca de su diputado menorquín Lluís Camps, denunció en la sesión parlamentaria reciente en la que se debatieron los presupuestos el agravio que sufren aquellas personas necesitadas que aún no han recibido una respuesta a su petición para las ayudas en el alquiler. «Se comprometieron a pagarlas durante este mismo año y aún faltan más de 3.000 por resolver», señaló. El Govern ha aprobado por ahora siete bloques de ayudas de esta convocatoria, entre diciembre del pasado año y noviembre del actual.

El PP critica el retraso

Camps cuestionó al Ejecutivo esta línea de ayudas «que llegan tarde y mal, con problemas telemáticos para tramitarlas, y que dejan más cadáveres en el camino», antes que la generación de recursos «para que las personas puedan progresar por sí mismas, y no tengan que depender de las ayudas públicas». El diputado también lamentó que la misma convocatoria para 2021 saliera en octubre, «a pesar de que se sabía que este año habría tanta o más necesidad que en el anterior, pero esperaron cuatro meses más a publicarla».