Postal de verano de Son Bou, donde las urbanizaciones de su entorno albergan una importante oferta de viviendas turísticas | Gemma Andreu

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Las viviendas turísticas continuarán siendo esta temporada una de las ofertas más buscadas y con más ocupación. En tiempos de pandemia constituyen una de las opciones con más demanda por facilitar las vacaciones en burbuja familiar, según reconoce el presidente de la Asociación de Empresarios de Viviendas Turísticas Vacacionales, Javier Pons de Marco.

El ritmo de reservas apunta a favor de esa tendencia. Comenzaron con fuerza en octubre, antes de finalizar la temporada pasada y después se han ralentizado, particularmente por la influencia de la sexta ola de la covid. «Ahora vuelven, de no haber sido por el parón ahora mismo habría cuatro o cinco veces más», explica Pons de Marco, quien admite que el verano de 2022 será mejor que el de 2021, «probablemente alcancemos la ocupación de 2019 pero con precios más altos», asegura.

Una de las razones de esa previsión optimista radica en una temporada que madrugará más, «hay reservas para mayo y junio, el año pasado no pudimos comenzar tan pronto por las restricciones», agrega.   

Tal circunstancia redujo la actividad a los meses centrales del verano, en las que se llenó toda la oferta, pero «nuestra temporada normal la medimos en 26 semanas», precisa, una duración solo posible si comienza en mayo.   

Británicos

También el turismo británico constituye una de las claves para estos alojamientos. La eliminación dentro de unos días de las restricciones anunciadas por Boris Johnson dispara las expectativas, ya que ese mercado representa en torno al 50 por ciento de la planta legal de viviendas vacacionales.   

La práctica imposibilidad de salir del país durante los últimos veranos ha disparado ahora la demanda en aquel país y ha aumentado el ahorro de los potenciales turistas, según han publicado algunos expertos, por lo que se espera un    mayor flujo viajero y asimismo un mayor dispendio durante las vacaciones.

Las viviendas turísticas representan la tercera parte de la oferta de alojamiento legal, aunque el intrusismo y la oferta no regulada es elevada, según recuerda las patronales de este sector. Las viviendas turísticas menorquinas no han participado en Fitur, donde se hace sobre todo promoción del destino, mientras que la comercialización de su producto se realiza a través de otras plataformas y canales.