Turistas y coches aparcados en una playa de la Isla a finales del pasado agosto. | Josep Bagur Gomila

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El presidente de la Asociación Hotelera de Menorca (Ashome), Luis Casals, avanzó en un ciclo de encuentros organizado por el Cercle d’Economia, que esta temporada se prevé recuperar un 80 por ciento de las reservas perdidas por la pandemia y que 2023 podría ser un año de plena normalidad. Casals se refirió asimismo a la masificación y afirmó que no se han hecho estudios rigurosos sobre la misma, por lo que todavía se desconoce la cantidad de gente que puede absorber Menorca.

El empresario hotelero considera que esa masificación, que en el caso del último verano ha sido contradicha por las estadísticas de afluencia de visitantes, también está originada por la deficiencia de las infraestructuras de que dispone la Isla. En este sentido criticó que el Impuesto de TurismoSostenible «no se dedique a los fines para los que se creó», y recordó que los hoteleros, como asociación, fueron los primeros en apoyar la ecotasa siempre y cuando los recursos recaudados sirvieran para mejorar la huella turística.

Durante el encuentro en el Cercle y en respuesta a preguntas de los asistentes sobre la exclusión de Menorca del Perte (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) turístico del Gobierno central, Luis Casals respondió que solo se han incluido los lugares que cuentan con zonas turísticas maduras declaradas. En Menorca, pese a tener como mínimo cuatro zonas que podrían estar    consideradas maduras, no hay oficialmente ninguna porque –recordó–, las administraciones públicas no han formalizado su declaración pública y por ello se han quedado fuera del proyecto.

«Esta falta de actuación nos está privando de recursos públicos que podrían llegar para mejorar todas estas zonas turísticas, sea vía Perte o bien sea por actuaciones público-privadas, como ha sucedido en otras zonas de Balears como por ejemplo Magaluf», explicó el presidente de Ashome. En relación a la moratoria de plazas turísticas Casals aseguró que Menorca ya tenía un límite de crecimiento de los hoteles con el Plan Territorial de 2003 que ni siquiera se había agotado.