Las baterías se ubicarán en Es Mercadal, para lo que se tendrá que ampliar la subestación eléctrica. | Gemma Andreu

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A falta de que Red Eléctrica exponga el detalle de su proyecto pionero en España de implantación de sistemas de almacenamiento en la red menorquina de transporte, el Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2021-2026 ya ofrece las primeras pistas sobre el proyecto con el que el Ministerio de Transición Ecológica pretende reforzar el sistema menorquín a la espera de que llegue el segundo cable de interconexión submarina con Mallorca.

El documento explicita la ubicación en la que se instalarán estos sistema de almacenamiento y también el horizonte para su entrada en funcionamiento. Las baterías se localizarán en Es Mercadal, lo que obligará a ampliar la subestación eléctrica de la zona centro así como a tender aproximadamente un kilómetro de cable para enlazar el sistema de almacenamiento con la red de transporte. Este nuevo sistema de almacenamiento está previsto, al menos sobre el papel, que se ponga en marcha para el año 2024.

Como ya se había avanzado, las baterías, de 50 megavatios (MW), permitirán una capacidad de transporte de 37,5 megavatios hora (MWh). Hay que tener en cuenta que el enlace inaugurado en verano del año 2020 tiene una capacidad de transporte de 100 MW pero que el operador del sistema, Red Eléctrica, por razones de seguridad de suministro, lo opera a aproximadamente un tercio de su potencial, unos 35 MW. La instalación de estas baterías permitiría al menos doblar la cantidad de energía que llega desde Mallorca, que además estará doblemente conectada con la Península, desde donde llega energía con mucha mayor presencia de generación renovable.

Un incremento de la capacidad de transporte del cable, sin llegar a dar las garantías que aportaría el doble enlace, sí que permite no solo contar con una nueva instalación de refuerzo del suministro en caso de que se produjera una avería en el enlace, sino que directamente restaría importancia a la generación eléctrica en la central de Maó. De hecho la instalación de baterías está incluida como una actuación más dentro del gran proyecto de refuerzo de la interconexión entre la Península y Balears. La nueva planificación energética expone que «el sistema de almacenamiento permite aumentar la capacidad de intercambio disponible en un enlace    o eje de la red de transporte ya que reduce el impacto del criterio N-1 en la determinación de la capacidad de seguridad».

En ese sentido aclara que en el caso de producirse la pérdida de un circuito del enlace la batería apoyará para suplir el flujo que se transportaba por el cable «durante el tiempo necesario hasta la recuperación del elemento indisponible o hasta la adopción de medidas como el arranque de unidades de generación» (en este caso en la central). Explican que por lo tanto el sistema de almacenamiento «estará siempre cargado y en situación de espera. No inyectará energía alguna al sistema en condiciones normales, solo actuará en caso de fallo. Dada la baja probabilidad de estos fenómenos se espera que pueda alargarse la vida útil de las baterías.