En Alcalfar ya tendrían que estar las boyas instaladas, pero están a la espera de la respuesta de Costas a la petición de prórroga. | MANOLO BARRO

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Los usuarios de amarres y puntos de fondeos en la costa de Sant Lluís han arrancado la temporada de buen tiempo con un gran susto. La Demarcación de Costas de les Illes Balears ha informado al Ayuntamiento de que deniega la autorización temporal para que se puedan instalar, como en los años precedentes, puntos para el estacionamiento de embarcaciones a lo largo de todo el litoral del municipio, en calas como Alcalfar, Biniancolla, Binibèquer Nou, Binibèquer Vell o Cap d’en Font. En total son 498 amarres que por el momento, ya entrando en la segunda quincena de mayo, no se pueden habilitar.

El motivo de la denegación de autorización, que Sant Lluís empezó a tramitar en diciembre del año pasado para poder hacer uso del dominio público en el periodo 2022-2025, es un informe desfavorable de Capitanía Marítima, responsable de la seguridad marítima, y que es vinculante. En él, según ha podido saber este diario, se establecen una serie de requisitos, entre los que destaca la elaboración de un plan director que regule todas estas zonas de fondeo. El problema es que reclama ese plan director para este mismo año, sin dejar tiempo material para su redacción y aprobación.

Esa falta de tiempo es precisamente la que arguye el Ayuntamiento de Sant Lluís a la hora de solicitar una prórroga que permita utilizar estos puntos de atraque esta temporada. Desde que recibió el escrito de la Demarcación de Costas, el Consistorio lo puso en conocimiento de las asociaciones de amarristas, empezando por la Asociación Menorquina de Empresas Náuticas (Asmen) e inició una ronda de gestiones tanto con la Demarcación de Costas, como con Capitanía Marítima.

Tanto desde el Ayuntamiento, como desde Asmen se muestran confiados en que se vaya a producir una respuesta positiva. El presidente de Asmen, Justo Saura, explicó ayer que tienen «el sí de palabra, pero sin nada escrito». Por el momento no hay concesión por lo que no se pueden utilizar. El Consistorio asegura que el compromiso de la Demarcación de Costas es que dé una respuesta en cualquier sentido antes de que termine el mes de mayo.

El escrito de la Demarcación de Costas llegó el pasado 5 de abril y desde entonces se han sucedido las reuniones entre diversas partes para intentar reconducir una situación que tiene una gran afectación para los usuarios de la zona, que ven como llega el buen tiempo y no se pueden instalar ni las boyas ecológicas ni los puntos de amarre. Estos amarres son gestionados de forma directa por diversas asociaciones de amarristas que se han constituido en los últimos años.

¿Menos que antes?

Desde el Ayuntamiento de Sant Lluís ya se asume que será complicado que este año puedan gestionar el mismo número de amarres. En ese sentido aseguran que el objetivo de las conversaciones que están manteniendo desde hace semanas es conseguir una prórroga con la intención de que la situación pueda ser este verano «lo más parecida posible al año anterior», explican fuentes municipales, quienes aclaran que el escrito de Costas presenta otros requisitos a cumplir. La prioridad en estos momentos es salvar la temporada.

Entre los casi medio millar de puntos de amarre en las calas del litoral de Sant Lluís, una de las zonas más turísticas de Menorca, no solo hay usuarios de base, menorquines o de segundas residencias, sino también un número para embarcaciones de tránsito. E estos momentos todavía hay incertidumbre entre los usuarios.