De momento la playa Es Grau carece de su habitual oferta de actividades náuticas. | Paco Sturla

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El colapso en la Demarcación de Costas afecta a más negocios de la Isla además del popular Los Bucaneros de Binibèquer. En Sant Lluís se conoce al menos el caso de un restaurante con problemas con su terraza y en la playa de Es Grau la tardanza en las gestiones impide de momento la apertura del puesto de alquiler de kayaks, velomares y tablas de stand up paddle.

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Desde la empresa Menorca en Kayak, Teresa Gustems explica que desarrollan esta actividad en Es Grau desde hace más de treinta años y la renovación de la concesión era siempre prácticamente automática, a pesar de que se pudiera producir alguna demora que no alteraba su labor. Este año la gran novedad ha sido que hay más empresas interesadas en la concesión, lo que ha obligado a realizar un trámite distinto cuyo resultado ha sido inicialmente desfavorable. Han recurrido esta resolución, pero todavía no tienen respuesta desde la oficina de Costas de Menorca, a quien corresponde esta gestión.

Su periodo habitual de trabajo es de mayo a octubre, por lo que ya han perdido un mes largo de esta parte de su actividad, lo que afecta a 22 trabajadores y tiene inmovilizado material que acaban de adquirir. «Nosotros cumplimos, el personal está cualificado y ofrecemos buenas condiciones», una inversión de esfuerzo y dinero que ahora se ve sumida «en la incertidumbre». Afirma que en Costas «falta personal y voluntad».

El apunte

Demoras en las concesiones, la necesidad de insistir y un celo mayor

Distintos ayuntamientos consultados admiten haber tenido alguna demora, mayor o menor, en los trámites con Costas que ha afectado a aspectos como las concesiones en las playas, aunque ahora mismo no tienen nada pendiente. En Sant Lluís, por ejemplo, están insistiendo para solventar el problema del cable de Punta Prima y la alcaldesa Carol Marquès asegura que está encaminado, «hay que apretar». Francesc Ametller, de Es Mercadal, explica que ha sufrido demoras en el balizamiento y las hamacas. Joana Febrer, de Ferreries, tiene que renovar los permisos el año que viene y asegura que se pondrá a ello en breve para evitar problemas. Hay coincidencia en que es algo crónico, pero hay quien advierte un mayor celo de un tiempo a esta parte en la demarcación balear.