El concejal de Cultura, Tiago Reurer, fue el encargado de guiar a las autoridades en la visita por las instalaciones | Josep Bagur Gomila

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El Pati de sa Lluna abre sus puertas y se convierte en un atractivo cultural relevante para el pueblo de Alaior. Sin embargo, su puesta de largo es provisional de aquí a final de año, hasta que, a partir de 2023, el Ayuntamiento saque a concurso su gestión, que deberá recaer sobre alguna «entidad, empresa o persona».

Los próximos cuatro meses, por tanto, son de provisionalidad. Por ahora, «el Ayuntamiento se hace cargo de la contratación de la seguridad, la atención al público, la limpieza, el seguro, el mantenimiento», apuntaba el alcalde de Alaior, José Luis Benejam. Eso es, calcula, «un mínimo de 50.000 euros hasta final de año», de los cuales «la Fundació Foment del Turisme de Menorca nos ayuda con 30.000 euros para sufragar gastos».

En este impasse se tendrá que firmar la cesión de uso del inmueble entre Govern (en realidad, la Aetib, la Agencia de Estrategia Turística de les Illes Balears, que es la propietaria) y Ayuntamiento, por un periodo de «diez años, prorrogables    diez más», para que, inmediatamente, este pueda hacer la licitación. «Se tiene que firmar en los próximos meses y permitirá impulsar la próxima etapa» del Convent de Sant Diego.

Costes de mantenimiento

Para poner en marcha el Convent de Sant Diego, en Alaior «hemos trabajado mucho para que esté a punto». Por ejemplo, «de la brigada municipal, que es mucha, pero ni lo contamos, porque estamos contentos de poder abrir hoy». A partir de 2023, «nosotros proponemos que Govern, Consell y Ayuntamiento aportemos 50.000 euros cada uno, para hacer frente a los gastos de mantenimiento». Pero, y aunque confía en una entente entre las admnistraciones, «todavía no está decidido».

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Estos 150.000 euros serán a parte de la aportación a la que deberá hacer frente la adjudicataria de la gestión, que «asumirá los costes de personal, actividades, suministros», a cambio de un canon aún no fijado, que «figurará en el pliego de condiciones». Lo mismo que «el bar cafetería y la tienda de productos de arte y de nuestra tierra», que posteriormente pondrá en marcha la empresa o entidad en cuestión.

En este sentido, igualmente «estará todo fijado en las bases, pero con un cierto margen para que la empresa decida y pueda aportar su criterio» tanto en el bar como en la tienda.

La propiedad

Desde Alaior también «proponemos que, en un futuro, la titularidad del inmueble sea del Ayuntamiento», señala Benejam. «Es una decisión que se dejó en suspense por decisión del Govern, esperando un momento más idóneo», recuerda el primer edil, quien no duda, por otro lado, que «la Aetib tiene buena predisposición para ello».

En cualquier caso, «independientemente del titular del inmueble, siempre será necesario que las tres administraciones colaboren para sufragar los gastos de mantenimiento, porque el Ayuntamiento nunca podría en solitario», asegura Benejam.