Central térmica de Endesa en el puerto de Maó. | Gemma Andreu

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El paquete de medidas de ahorro energético que ha decretado el Gobierno va encaminado principalmente a reducir la dependencia del gas natural ante el riesgo cierto de que Putin corte el suministro a Europa como represalia por las sanciones que se le está imponiendo por la invasión de Ucrania. De hecho es un acto de solidaridad con el resto de Europa ya que España es uno de los países menos dependientes de esa materia prima para alimentar su sistema energético.

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En el último eslabón de esa cadena de solidaridad se encuentra Menorca, una isla en la que casi el 98 por ciento de la electricidad se produce en la central de Maó, que ha venido funcionando a base de fueloil y gasoil hasta el pasado mes de julio, cuando el único combustible pasó a ser el gasoil. La aportación de la Isla a esa reducción del consumo de gas se limita a parte del mix energético que llega desde el cable de interconexión submarina con Mallorca, donde las centrales de ciclo combinado sí son mayoría.

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