El torrente de Cala Galdana, donde se concentran varias empresas de alquiler de barcas, una de las zonas que vigilan los inspectores | Josep Bagur Gomila

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La Demarcación de Costas de Balears solo cuenta con dos inspectores que realizan su trabajo de vigilancia en todo el litoral menorquín. Suya es la responsabilidad para la correcta ejecución de las condiciones que tienen estipuladas las empresas relacionadas con el negocio náutico, especialmente en Fornells, Cala Galdana, Cala en Bosc, Maó o Ciutadella. Se trata de velar por la aplicación de las normas que regulan la determinación, protección, utilización y política del dominio público marítimo-terrestre y especialmente de la ribera marítima

Son estos dos únicos profesionales, por tanto, los encargados de controlar los posibles incumplimientos en cuanto a sanciones impuestas por el organismo al que representan, desde la negativa a la concesión de licencias de actividad hasta la revocación de las que ya están operativas por cualquier motivo.

El caso de Monkey Boat, la empresa de alquiler de barcas sin patrón que opera en Cala Galdana, sirve como ejemplo ilustrativo de las dificultades existentes para evitar que un empresario sancionado haga caso omiso y siga adelante con el negocio pese a no disponer de licencia para la actividad. Sea por el reducido número de inspectores para el control o por el trámite burocrático que paraliza los informes que se envían a la sede de la Demarcación de Costas, en Palma, lo cierto es que la empresa sancionada sigue operativa.

Existen denuncias de otras firmas con la misma actividad que se sienten claramente perjudicadas, y aunque el Ayuntamiento de Ciutadella le la retirado la caseta donde comercializa los alquileres, nada paraliza su negocio.

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Limitación de competencias

La Policía Local de Ciutadella ha llegado hasta donde le dan sus competencias que se limitan a lo que ocurra en la vía pública. Ahora ha de dictar una nueva ordenanza para que le sean retirados los remolques en la calle. Pero de ahí no puede exceder sus funciones y corresponde a Costas vigilar si continúa operando o cumple la sanción, han indicado desde el Consistorio, y en su defecto recurrir a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

Se da el caso de que el mismo  empresario sancionado tiene diversificado el negocio con otra empresa a su nombre, Pintorent Services, que es a la que Costas ha revocado la licencia en pleno verano por impago del canon, después de que el año pasado le sancionara por el mismo motivo. Costas ha ordenado a la Agencia Tributaria que proceda al apremio por este impago. Además, en este año 2022, también ha sido sancionado porque alquila trece barcas cuando la licencia de que disponía era para siete.

En cuanto a la otra empresa a su nombre, Monkey Boat, Costas ha precisado que lleva toda la temporada trabajando sin que se le concediera la licencia que solicitó en diciembre de 2021 para el uso de la rampa del varadero de Cala Galdana. El organismo público se la denegó debido a un informe negativo del Ayuntamiento de Ciutadella y como no presentó alegaciones la negativa fue definitiva.Pese a ello inició la temporada y mantiene la actividad sin autorización.

Fuentes de la Policía Local de Ciutadella han recordado que hace cuatro años la misma empresa ya fue sancionada por motivos similares y se quedó sin licencia cuando operaba en el puerto de Ciutadella. Entonces, explican, incluso la Guardia Civil le retiró la flota de barcas, que más tarde recuperó para trasladar el negocio a Cala Galdana.