Primer y único parque eólico de Balears. Inaugurado en 2004 tras una considerable reducción de la altura de los molinos proyectados inicialmente, Milà –de gestión pública– es hasta la fecha el único parque eólico que hay en Balears . | Gemma Andreu

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El parque eólico de Milà ya es un lastre económico para el Consell insular. El bajísimo rendimiento que está registrando la instalación renovable en este 2022 ha convertido en realidad una de las grandes preocupaciones de los responsables del Consorci de Residus i Energia desde que la instalación, que se inauguró en el año 2004, empezó a dar síntomas de obsolescencia, la pérdida de las llamadas retribuciones a la inversión, la prima que reciben anualmente los parques de generación renovables para garantizar un mínimo de rentabilidad a lo largo de su periodo de vida útil.

Esta ayuda es la que hasta la fecha ha hecho viable económicamente la instalación, complementando unos ingresos por venta de energía que en los últimos años han ido a la baja. La facturación ha tocado fondo en 2022. Averías sucesivas han hecho que el nivel de disponibilidad de los aerogeneradores haya caído muy por debajo de lo deseable y la fuente base para la generación, los vientos propicios, han escaseado. Los últimos tres años han sido muy accidentados en un parque que encara la recta final de su vida útil, fijada en 2024. En 2020 y 2021 las retribuciones a la inversión se habían ido salvando. Pero a pocos días para que acabe el año, ya se da por seguro que en 2022 el parque no va a poder alcanzar las cerca de 1.000 horas mínimas de funcionamiento exigido para tener acceso a la prima.

Esta realidad se subraya en el informe económico financiero de los presupuestos del año 2023 del Consorci de Residus i Energia. En este documento se advierte de un llamativo descenso de las previsiones de ingresos por la explotación del parque. El importe consignado es de 111.000 euros, cuando hasta el momento ese pronóstico siempre había superado los 400.000 euros. A pesar de que los responsables del parque realizan una previsión bastante optimista de ingresos por venta de energía generada para el año próximo, en concreto 256.000 euros, estos ingresos se prevé que se vean reducidos considerablemente por los «145.000 euros en concepto de devolución a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por falta de consecución de las horas mínimas de operación durante el ejercicio 2022».

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Costes de mantenimiento

Esas cifras contrastan con la previsión de costes derivados del mantenimiento del parque eólico, tanto de la instalación principal, como de otros equipos auxiliares, así como por otros servicios necesarios para la gestión. La factura prevista por los responsables del parque eólico es de 242.464 euros, aunque podría ser superior en el caso de que finalmente el Consorci de Residus i Energia se tuviese que hacer cargo del coste de las labores de desmantelamiento del aerogenerador número 4, una cuestión que está por dirimirse.

Se trata de previsiones que también es cierto que podrían terminar siendo más favorables teniendo en cuenta que pueden generarse otras fuentes de ingresos como los que pueden derivarse del expediente sancionador que el ente dependiente del Consell tiene abierto a la empresa encargada de la operación y mantenimiento del parque, Moncobra SA, que recibe anualmente casi 130.000 euros para garantizar una disponibilidad mínima de los aerogeneradores del 95 por ciento que está muy alejada de la realidad actual. También podrían llegar indemnizaciones de la empresa aseguradora por las pérdidas de producción de ejercicios anteriores.

Más gastos que ingresos

El cualquier caso el informe económico financiero pone el acento en una realidad preocupante. Si solamente    el gasto corriente, distribuido en partidas como mantenimiento, canon por cesión de derechos de superficie, primas de seguros e impuestos locales y estatales, se eleva hasta los 242.464 euros y los ingresos previstos son de 111.000 euros, parece evidente que el parque gastará mucho más de lo que genera. Más si se tiene en cuenta que en los presupuestos del año 2023 se ponen de relieve otras partidas importantes de gasto como la destinada a personal, que el año próximo superará los 100.000 euros.

Es por todo lo anterior que el secretario del Consorci de Residus i Energia subraya en su informe que «destaca el superior coste de operación frente a la previsión de ingresos por venta de energía». Así, recomienda «la elaboración de un informe más    cuidadoso de las previsiones» y, en el caso de que se confirme la situación descrita, que se lleve a cabo «un análisis de las posibles alternativas a corto plazo».

Las claves
  1. Un gasto corriente que se eleva hasta los 242.464 euros

    La previsión de gasto corriente del parque eólico para 2023 asciende a 242.464 euros, la mayoría (156.236 euros) en mantenimiento, pero también hay gastos de gestión de la venta, primas de seguros, cánones y tributos.

  2. Más de 100.000 euros en salarios del personal

    El gasto de personal supondrá en el ejercicio 2023 una partida de 103.517 euros entre retribuciones, productividad y costes de Seguridad Social. Con todo, el programa de Industria y Energía del Consorci de Residus i Energia tendrá unos gastos de 345.980 euros.

  3. Los ingresos por venta de energía, de 111.000 euros

    La previsión de ingresos para el año 2023 por venta de energía del parque eólico es de 111.000 euros. Es resultado de un estimación de facturación de 256.000 euros a la que se resta la devolución de 145.000 por no alcanzar el mínimo de producción en 2022.