Vueling y Ryanair son las dos aerolíneas que ofrecen este invierno la ruta entre Menorca y Barcelona.

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En enero de 2021 el Govern presentó ante el Ministerio de Transportes una propuesta que sirviera de base para estudiar la implantación de una declaración de Obligación de Servicio Público (OSP) en la ruta aérea entre Menorca y Barcelona. Y prácticamente dos años después, Menorca sigue a la espera de que el Gobierno de España se pronuncie sobre si apuesta finalmente por su aplicación.

La propuesta del Govern planteaba una ruta abierta a la competencia que abordará el principal problema de esta ruta: los precios. En este sentido, el Ejecutivo balear proponía una tarifa de referencia de 60 euros por trayecto (15 euros, con el descuento), con un máximo de 180 euros (45 euros para los residentes).

Uno de las principales dudas para hacerla realidad es si la Unión Europea aceptaría una OSP en una ruta que está cubierta por la iniciativa privada y no es deficitaria, por lo que se anunció que primero se negociaría con Bruselas. Después vino la pandemia y la posterior crisis económica, y la cuestión ha quedado encallada, y parece que ni siquiera el Ministerio lo ha elevado a la Unión Europea.

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Armengol, sin la respuesta esperada

La presidenta del Govern, Francina Armengol ha reconocido este martes en el Parlament que «la prueba piloto» presentada por el Govern al Ministerio «no ha tenido la respuesta que queríamos». No obstante, defendió que se trata de «una buena propuesta» y que el Ejecutivo balear no tira la toalla. De hecho, ha remitido de nuevo una carta al Ministerio «reiterando la petición de OSP», a la vez que ha recordado que ha habido cambios en la Dirección General de Aviación Civil y que espera poder reunirse a finales de este año o a principios de enero con los nuevos responsables.

La cuestión la ha traído al Parlament el diputado de Més per Menorca, Josep Castells, que ha asegurado que «el silencio del Estado» sobre esta petición «empieza a ser ya muy ruidoso». En este sentido, ha afirmado que este silencio solo se puede interpretar en que «el Estado no está de acuerdo con esta OSP» y ha criticado que «nos deje en la indefinición», ya que «ni siquiera nos dice por qué no está de acuerdo», para que «podamos contraponer nuestros argumentos».

Castells pide al Govern que exija «respuesta y argumentos», para poder combatir «la gran falacia», ya que esta ruta «ya está financiada con dinero público, por el descuento de residente con el que decenas de millones van a las aerolíneas en lugar de destinarlos a la ciudadanía». En este sentido, apuesta «para hacer ver al Ministerio que esta ruta ahora mismo no funciona con los términos de las otras rutas, ya que su principal problema es que se está especulando con las necesidades de la movilidad de los menorquines», aseguró Castells, tras recordar los problemas que tienen los estudiantes menorquines para venir a Menorca en fechas claves desde Barcelona, a 500 euros el trayecto, 125 euros con el descuento.

Armengol en su última replica, y tras las palabras más duras de Castells, ha tratado de suavizar la cuestión, al afirmar que «tenemos que ir con cuidado como lo planteamos». En este sentido, resaltó la mejora que ha supuesto el incremento del descuento del 75 por ciento, y ha destacado que en la actualidad hay dos aerolíneas que cubren la ruta entre Menorca y Barcelona «y los precios se están acompasando». De todos modos, espera que en un futuro «las cosas vayan a mejor» y cree que «será posible hacer realidad» la OSP con Barcelona propuesta por el Govern.