Menorca Javier Coll Edar Biniancolla Depuradora Sant Lluis

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La obra de infraestructura para el regadío agrícola con agua depurada en Sant Lluís casi duplica el presupuesto inicial, llegando a los 7,9 millones de euros frente a los 4,2 que se preveía en diciembre del año pasado, debido a que el proyecto básico ya definido es más ambicioso, diseña dos balsas, una de almacenamiento y otra de regulación, con sus estaciones correspondientes para bombear el caudal hacia una doble red de riego.

El Ayuntamiento dispone ya del proyecto redactado por el Govern, que impulsa las obras a través de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación, y que se plantea ejecutar en dos fases a partir de este mismo año. El uso del agua depurada para el regadío de extensiones agrícolas es una asignatura todavía pendiente y supone un salto necesario en el aprovechamiento de los recursos hídricos disponibles, de ahí la relevancia de este proyecto.

Su diseño contempla una primera tubería de impulsión desde la estación depuradora al sistema de tratamiento terciario que tendrá 140 metros de longitud, así como tuberías desde el terciario a las balsas que serán de 1.470 metros y 2.605 metros respectivamente; casi un kilómetro y medio para llegar hasta la balsa de regulación y más de dos kilómetros y medio para conducir el agua tratada a la segunda balsa, la de acumulación, que deberá almacenar 200.000 metros cúbicos y que se incorpora al proyecto con la justificación técnica de que el caudal en la red nunca puede ser cero.

Acumular agua

El motivo para construir dos balsas viene dado por las variaciones entre la generación de aguas residuales tratadas y las necesidades de riego. Se prevé que las necesidades brutas de agua para regar sean de 376.230 metros cúbicos anuales, con un volumen anual de agua reutilizada, proveniente del sistema terciario de la depuradora, de 369.732 metros cúbicos, el 96 por ciento del total, el volumen máximo de aportación de la estación, que es de 383.249 metros cúbicos anuales.

Hay un excedente de 14.516,9 metros cúbicos que no será aprovechado y que supone un 4 por ciento del total anual. Esto se debe a que ese mes invernal el consumo es mínimo, la balsa de almacenamiento estará llena y habrá un sobrante en la aportación de la depuradora que será vertido al torrente.

La superficie de estas dos balsas será de 32.810 metros cuadrados para la balsa número 1, próxima a Binibèquer Nou, y de 42.668 metros cuadrados para la balsa número 2, ubicada hacia Punta Prima. Al disponer de dos balsas el regadío propuesto cuenta también con dos redes de riego independientes.

El agua que recibe tratamiento en la depuradora del municipio proviene de tres colectores, el colector de Sant Lluís, el de Sa Sivina y el de Biniancollet. Después de las fases de tratamiento su destino ahora se divide entre el agua destinada a la comunidad de regantes, la infiltración –es el municipio que alberga la prueba piloto de regeneración de acuíferos, pionera en Balears–, y otra parte que se vierte a un torrente.

División en dos sectores

La ingeniería del proyecto básico de la infraestructura de regadío contempla las dos balsas, de regadío y acumulación, dos estaciones de bombeo y dos redes de riego que se divide en sector 1 y sector 2. Entre los predios que manifestaron inicialmente su interés están Ses Cases Grans d’Alcaufar Vell, Alcaufar Vell, Ses Tanques de sa Garriga, Binissafúller Nou, Biniancolla de Baix, Torret de Dalt, Biniancollet, Alcaidusset, Lloc Nou, Binissafúller d’en Moysi, Binissafúller de Sa Torre, Sa Torrilla, Las Mercedes, Binibèquer Nou, Vinya des Forn y Sa Cova. La superficie total de las parcelas es de unas 690 hectáreas, aunque la superficie de cultivos a alcanzar ronda las 170 hectáreas.

El proyecto incluye asimismo la instalación de un sistema terciario antes de la entrada del agua procedente de la depuradora a las balsas, con el objetivo de que el agua para el riesgo cumpla los parámetros de calidad exigidos. El tratamiento físico-químico consistirá en la eliminación de la materia orgánica de las aguas fecales utilizando procesos mecánicos y aditivos químicos, pasan por distintos procesos como la cámara de coagulación, la de floculación, el decantado lamelar, una microfiltración y el uso de un equipo ultravioleta para inactivar microorganismos.

El apunte

La mayoría de las fincas inscritas cultivan forraje

El registro agrario tiene 705 explotaciones inscritas en toda Menorca, de las cuales 44 están en Sant Lluís, lo que representa un 6,24 por ciento del total. La mayor parte de la superficie del suelo agrícola del municipio es de secano, un 79,2 por ciento del total, el resto se divide entre regadío (3,6 %) y forestal (17,1 %), y los cultivos son mayoritariamente de pastos; la viña ocupa 6,6 hectáreas, el olivar 5,3, el calabacín 3,7 y la huerta 4,8 hectáreas, entre otros cultivos.

La superficie regable que conforma el proyecto de reutilización del agua depurada engloba cerca de 170 hectáreas repartidas en veintidós parcelas, con una agrupación de nueve hidrantes (reguladores del suministro) de una sola toma. El tipo de cultivo marca las necesidades de agua, por ello el proyecto incluye un estudio exhaustivo de las cantidades de agua recibidas gracias a la lluvia y a las que requiere cada planta en particular. Según el estudio de las parcelas, la alternativa de cultivos seleccionada para el cálculo es del 79 por ciento cereal (134,17 hectáreas), el 9 por ciento alfalfa (15,29 hectáreas), un 5 por ciento de hortícolas y otro 5 por ciento de barbecho (casi 17 hectáreas entre ambas) y un 2 por ciento de frutales (3,40 hectáreas).

El estudio agronómico concluye que el mes de mayor estrés hídrico es abril. Este es el mes con mayores necesidades brutas de agua para regar, debido a la gran superficie destinada a cereal (forraje), con un consumo de 141.051 metros cúbicos. Esto significa que la necesidad bruta de agua por hectárea para este tipo de cultivo es de 4.702 metros cúbicos al día.

En invierno, los meses de noviembre, diciembre y enero, la necesidad hídrica es cero y en febrero y octubre es baja, con 1.187 y 1.391 metros cúbicos al mes respectivamente.

Balance hídrico

El sistema propuesto contempla unas necesidades de 376.230 metros cúbicos al año y una balsa de almacenamiento que servirá para mantener el aporte de aguda tratada para el regadío en los meses de más consumo y menos caudal de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR). En abril, cuando crece la necesidad de riego, el total disponible desde la EDAR se calcula en 18.037 metros cúbicos, por lo que el grueso del agua reciclada saldrá de los 200.000 m3 disponibles en la balsa de almacenamiento.

El balance hídrico del proyecto solo contempla un mes en el que hay un excedente de agua depurada y es febrero, cuando se da el consumo más bajo para el riego agrícola, con unas necesidades de 1.187 metros cúbicos. El excedente es de 14.515,8 metros cúbicos.