Obras de construcción el año pasado de una vivienda unifamiliar en una urbanización de la costa, en el término de Sant Lluís. | Gemma Andreu

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La construcción ha pisado el freno por primera vez en los últimos siete años y el ritmo de crecimiento se ha moderado durante el primer trimestre de 2023. La inversión se ha situado en niveles de 2017, aunque entonces, con otros precios y coste del trabajo, hubo casi el doble de obra ejecutada.   

La promoción de viviendas unifamiliares, que ha sido el motor que ha animado este sector, ha perdido fuelle durante los tres primeros meses, según revela la estadística del Colegio oficial de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de la Edificación de Menorca. Si el año pasado se levantaron 37 chalés, en lo que va de año solo han sido 16.

Una media de las unifamiliares construidas durante el primer trimestre de cada año en los seis anteriores revela que en 2023 se han construido la mitad. La inversión no ha caído en la misma proporción debido al alza de precios que han experimentado tanto los materiales como los salarios.

No obstante, si se analizan los metros cuadrados, también se observa un descenso importante de la actividad. En todos los años anteriores, incluidos los dos de la pandemia, se ha trabajado sobre más superficie que en este.

El dato constrasta sobre todo con la estadística del año pasado, que marcó techo en la construcción de obra nueva, 137 en todo el año, una media de una cada tres días. El empuje registrado en ese periodo mostraba un elevado ritmo hasta el punto de que no podía absorberse toda la demanda que se estaba generando.

Solo Sant Lluís y Es Mercadal, los dos municipios junto con el de Ciutadella con más suelo urbanizable disponible, presentan datos de actividad reconocible con cinco chalés cada uno de ellos. Son las dos terceras partes de la obra nueva ejecutada en el primer trimestre. En Alaior y en es Castell, donde a lo largo del año pasado se construyeron cinco y dos respectivamente, en 2023 no se ha movido todavía el contador del ladrillo.

En cuanto a piscinas y obras nuevas relacionadas con la vivienda solo se han construido cinco, tres de ellas en Maó, lo que supone una ruptura del paradigma que se había creado.

Las reformas, otro vector importante, ha perdido pulso igualmente, aunque Ciutadella sigue encabezando este capítulo. La mitad de las llevadas a cabo durante el primer trimestre corresponden a este municipio.

Obra pública

A pesar del descenso en la promoción de vivienda nueva, está en marcha desde hace meses importante obra pública como la carretera, a la que han vuelto las excavadoras siete años después, o los puertos de Fornells y de Ciutadella, pero durante este trimestre no han supuesto una inversión relevante que compense la caída de la promoción privada. Esta también ha tenido en marcha obras importantes, como la clínica Juaneda construida en Ciutadella, una nueva gran superficie en Maó y construcciones industriales en el polígono de este mismo municipio.

El segundo trimestre resultará determinante para saber si la dinámica del primero es circunstancial o si marca realmente un cambio de tendencia.

El apunte

No se construyen pisos, mientras aumenta la obra de unifamiliares

Hay un distorsión evidente en el mercado de la vivienda, señalado por todos como el principal problema que sufre Menorca. Los datos del Colegio de Arquitectos dados a conocer hace unas semanas revelan que en Menorca se construyen 0,86 casas por cada nuevo habitante, pero lo que realmente ha aumentado es la promoción de viviendas unifamiliares, que en gran parte corresponden a segundas residencias. Estas aumentaron el año pasado un 53 por ciento respecto al anterior y no sirven para afrontar el problema real de la vivienda, que no es otro que la promoción de pisos a precios asequibles. En conjunto, la creación de vivienda es ahora seis veces inferior a la que se construyó en la primera década del siglo.