Las puertas que dan acceso a la cueva, cerradas

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Volver a colocar medidores temporales de radón mientras avanzan los trabajos de instalación de los equipos definitivos que permitirán controlar el nivel de concentración de este gas en la Cova de s’Aigua. Es la solución provisional por la que ha optado la Fundació Foment del Turisme de Menorca, que gestiona las visitas a esta cueva natural desde 2021, para poder reabrir la gruta al público.

Así lo explicó este lunes la presidenta del Consell insular y consellera de Turismo, Susana Mora, en respuesta a la pregunta formulada por el conseller de Ciudadanos, Eugenio Ayuso en el pleno del Consell. «Cumpliendo con lo que dice la Organización Mundial de la Salud y la normativa europea debemos medir las emisiones de radón y nuestra intención era sustituir los medidores temporales que ya había por una instalación definitiva». Unas obras que, reconoció Mora, no se han terminado a tiempo y han obligado a comprar nuevos medidores temporales.

La Cova de s’Aigua estaba destinada a ser uno de los principales atractivos turísticos con vocación desestacionalizadora. Sin embargo, cada nueva temporada acumula averías y problemas técnicos que impiden abrirla en las fechas programadas. Inicialmente se proyectó para aceptar visitas durante diez meses al año, desde febrero hasta noviembre.