La cámara instalada en el acceso al pueblo desde la carretera de Cala Tomàs. | Josep Bagur Gomila

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El Ayuntamiento de Es Migjorn quiere acabar con los excesos de velocidad en el pueblo y en la urbanización de Sant Tomàs. Desde este lunes están en funcionamiento tres radares en los tres accesos al casco urbano de Es Migjorn y un cuarto en su única zona turística.

Los radares no son de los que solo informan a los conductores cuando se excede la velocidad permitida, sino que son de los que multan cuando se comete la infracción, con sanciones que oscilan entre los 100 y los 600 euros.

Uno de los radares instalado en la Avinguda Binicodrell. | Josep Bagur

Una de las cámaras se ha instalado en la entrada del acceso al pueblo, viniendo de Ferreries, en la Avinguda Binicodrell. En este caso el límite de velocidad está en 30 kilómetros por hora. Las otras dos están en los dos extremos de la Avinguda de la Mar, donde acceden los coches que vienen de Alaior y Es Mercadal; y el que da a la carretera de Cala Tomàs. En esta vía se puede circular hasta 40 kilómetros por hora. El cuarto es un radar móvil que estará en la avenida central de Sant Tomàs.

Las sanciones por velocidad inadecuada en las vías donde se pueden circular entre 20 y 50 kilómetros, como son estos casos de Es Migjorn, son de 100 euros, siempre y cuando no se supere en 20 kilómetros por hora la velocidad permitida. Si sobrepasa este límite, la cuantía de la multa puede aumentar (en función de la velocidad) hasta los 600 euros y acarrea también la pérdida de puntos.

Además de los radares se ha instalado la señalítica que alerta de los controles de velocidad. | Josep Bagur

Esta acción, asegura el Ayuntamiento, «busca dar respuesta a las diversas quejas y accidentes que han ocurrido por no respetar el límite de velocidad permitido» en estas zonas más transitadas en temporada estival por el reclamo de las playas de Es Migjorn, como Sant Tomàs, San Adeodato o Binigaus.

La instalación y el mantenimiento de los radares tiene un coste cero para el Ayuntamiento, pese a que estos dependen de la Policía Local de Es Migjorn, al tratarse de una concesión a una empresa, que se encarga de ello a cambio de recibir un porcentaje del importe recaudado.