Maite de Medrano, en una imagen del 28-M, entrará este sábado en el gobierno del Consell de Menorca. | Josep Bagur Gomila

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Ni una palabra sobre políticas de vivienda, ocupación e innovación, ni muchos menos sobre la Agenda Urbana. Las cuatro áreas de gobierno que PP y Vox han acordado conceder a la consellera de la formación de Abascal, Maite de Medrano, brillan por su ausencia tanto en su programa electoral, como en el acuerdo programático de gobierno que los dos partidos han prometido impulsar en el Consell, que además no tiene competencias propias en esas materias. A día de hoy es una incógnita lo que quiere hacer Vox con el departamento que se le ha encomendado.

La consellera De Medrano se hará cargo a partir de este sábado -el nuevo gobierno insular se constituye a las 12 horas- de una conselleria con cuatro áreas a las que los presupuestos de la institución reserva para este año partidas por valor de alrededor de cinco millones de euros, lo que representa menos de un cinco por ciento del presupuesto del Consell. El departamento mejor dotado es el de Vivienda, con cerca de 3,4 millones de euros para cuestiones como la compra de suelo urbano, el mantenimiento de la oficina de Vivienda o las políticas de ayuda al acceso a la vivienda como el programa del llamado Lloguer Ètic.

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Tiraban 'a la basura' la Agenda 2030

Son todas iniciativas que tienen el sello de la anterior responsable, Cristina Gómez, consellera de Unidas Podemos en el gobierno tripartito. El área de Vivienda ha sido criticada en multitud de ocasiones por el Partido Popular, principalmente porque entendía que implicaba gastos que no tenían retorno. Sin embargo, el nuevo gobierno de Vilafranca mantiene este área sin competencias y la eleva a la categoría de conselleria para entregársela a Vox.

Otra de las incógnitas es qué pretende hacer Vox con el área de Agenda Urbana. Cabe recordar que Menorca es la única isla piloto española en materia de Agenda Urbana. El Plan de Acción de Agenda Urbana de Menorca fue aprobado por unanimidad por el anterior Consell -con el voto favorable del PP incluido- y responde a uno de los ejes de los llamados objetivos de desarrollo sostenible, pilares de la llamada Agenda 2030, a la que la formación de extrema derecha se ha opuesto por activa y por pasiva, votando en contra en multitud de municipios españoles e incluso colgando una gran lona en Madrid en la que entre otros símbolos lanzaba a la basura el logo de la Agenda 2030.

Vox será la encargada de gestionar la coordinación de un plan que implica una inversión de al menos cien millones para las 28 medidas que recoge, entre las que se encuentran acciones contra el cambio climático como la expansión de los carriles bici o un sistema sin ánimo de lucro para compartir coche. Ese plan también incluye la compra de edificios públicos como el de Correos en Maó, medida a la que Vox se ha opuesto.

El apunte

Tendrá un millón para comprar suelo para vivienda social que el tripartito dejó sin gastar

Una de las grandes partidas con las que contará el departamento de Vivienda, Ocupación, Innovación y Agenda Urbana, en manos de la consellera de Vox, será la reservada para «adquisición de suelo urbano para vivienda social», dotada con un millón de euros. Esta inversión fue anunciada como uno de los grandes ejes del último presupuesto elaborado por el gobierno tripartito. Es el primer consell insular que sin tener competencias sobre Vivienda se lanza a la adquisición de suelo para destinarlo a vivienda social, aunque por el momento no ha ejecutado ese presupuesto. Será la consellera de Vox la que tendrá la potestad de ejecutarlo o bien, quién sabe, de no gastar el dinero y dedicarlo a otros fines.

Los presupuestos que heredará el equipo de gobierno de PP y Vox incluyen otra novedad vinculada con la Agenda Urbana de la que se hace cargo Vox, un plan insular de cooperación destinado exclusivamente a empezar a aplicar algunas de las 28 medidas recogidas en el Plan de Acción de la Agenda Urbana de Menorca, dotado con 1,12 millones de euros a repartir entre los proyectos que presenten los ayuntamientos. Una de las medidas previstas en ese plan la asume el Consell, la compra del edifico de Correos de Maó, a la que se reservan 1,5 millones de euros y que en su momento Vox criticó duramente en voz de su excoordinador, Antoni Camps.