Acumulación de barcas en la Colàrsega de Ciutadella, en una imagen captada este mes de agosto.

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De la prohibición expresa a las empresas de alquiler de barcas sin titulación al uso de la rampa por no tener autorización, al establecimiento de un nuevo acuerdo que debe acabar con el caos de la navegación que un año más envuelve al puerto antiguo de Ciutadella y al entorno del dique de Son Blanc. Esa fue la secuencia de una matinal especialmente agitada que vivieron este jueves los empresarios adscritos a la Associació Menorquina de Empresas Náuticas (Asmen) y los representantes de Ports IB, en este caso su gerente en funciones, Joan Vicent Rosselló.

La llamada a capítulo de Capitanía Marítima al organismo dependiente de la nueva Conselleria del Mar por las situaciones peligrosas ocurridas a lo largo del verano con estas barcas había llevado a Ports a tomar una decisión firme. Hace diez días comunicó a estas empresas la negativa a la autorización para el ejercicio de su negocio que precisa el uso de la rampa. Estas mantenían su actividad en precario ya que hasta entonces Ports no les había comunicado la respuesta a la solicitud de las autorizaciones.

Dado que ninguna de las empresas había cesado su ejercicio, ayer por la mañana Rosselló, acompañado por agentes de la Policía Portuaria, estuvo en Ciutadella para reiterarles que a partir de hoy, día 18, ya no podían continuar con su actividad, decisión que fue rechazada de plano por los empresarios.

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Atrás quedaban las imágenes reiteradas del descontrol de agosto en la salida y entrada de estas lanchas –Ports indica que en pocos años han pasado de 30 a 120–, en el puerto y, especialmente, cuando coinciden con los barcos que cubren la ruta Alcúdia-Ciutadella frente a Son Blanc. Hace pocos días un barco de Baleària tuvo que detenerse para evitar arrollar a una lancha, señalan desde la empresa pública del Govern.

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Ports comunicó la prohibición por la mañana del jueves, pero luego hubo acuerdo que hoy quedará firmado. Josep Bagur Gomila

La decisión de Ports y la rebelión de las empresas dio paso a una reunión con representantes de Asmen y el propio Rosselló para buscar una solución, «a la que siempre hemos estado abiertos, pero no se puede permitir más peligro por estas lanchas en Son Blanc», expuso el gerente. Que algunas empresas incumplan la instrucción de navegación pactada en abril por los empresarios con el Director General de la Marina Mercante, «no debe hacer que lo paguemos todos», sostuvo otro empresario.

Rosselló instó a Asmen a que presentara una propuesta que finalmente fue consensuada por todos. El borrador se redactó ayer mismo y hoy será firmado por representantes de ambas partes. «Estamos de acuerdo con Ports porque somos los primeros que queremos que prevalezca la seguridad», expone el presidente de Asmen, Justo Saura. Ahora falta que esta vez sí lo cumplan.