Los chiringuitos de Son Bou abrieron este año más tarde por la demora en la concesión. | Gemma Andreu

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La mayoría de ayuntamientos de la Isla han sufrido o sufren los retrasos en la tramitación de expedientes acumulados en la Demarcación de Costas, como sucede en los municipios con litoral del resto de islas. Unos más y otro menos han topado con las demoras en las concesiones de playas, aunque en ellas también ha influido el mayor celo mostrado por el anterior ejecutivo del Govern exigiendo a Costas declaraciones ambientales de los consistorios solicitantes antes de pronunciarse sobre la concesión.

El colapso afecta directamente a los negocios de cara al mar que, debido a los retrasos, han perdido días de facturación porque han comenzado a operar después de las fechas de concesión. Este año ha sucedido con los tres chiringuitos de Son Bou, por ejemplo, y con las concesiones de barcas, aparatos de mar, sombrillas y hamacas.

Otros ejemplos han sido el chiringuito Los Bucaneros, de Binibèquer, concesión otorgada al Ayuntamiento de Sant Lluís este año, pendiente de la toma de posesión y por tanto, cerrado. Del mismo modo se han visto afectadas asociaciones de fondeos con recursos por denegaciones que también han sufrido importantes demoras.

Costas, además, solo dispone de dos inspectores para controlar a las empresas que tienen las concesiones en el litoral insular por lo que hasta ahora difícilmente podía velar por la correcta ejecución de las condiciones estipuladas a las empresas relacionadas con el negocio náutico, lo que ha ocasionado conflictos entre el uso público y el privado.