Vista de la fachada de la ciudad de Maó desde s’Altra Banda. Una de las medidas del Govern permitirá igualar alturas de edificios en los que ahora están desiguales, permitiendo compactar el casco urbano | David Arquimbau/EFE

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Las comunidades de vecinos tendrán mucho que decir en la aplicación de las nuevas medidas urgentes del Govern para generar vivienda a precio tasado, como son la división de pisos, la reconversión de locales comerciales en casas y el aumento de alturas en edificios ya habitados. La Ley de Propiedad Horizontal (LPH) establece que la división de una casa en dos viviendas, en un edificio residencial, además de la autorización administrativa, deberá contar con el consentimiento de los propietarios afectados si los hubiera, por lo que cualquier obra para convertir un piso en dos requerirá la aprobación de la comunidad.

El quórum exigido por ley es de las tres quintas partes del total de los propietarios que, a su vez, deben representar las tres quintas partes de las cuotas de participación en la finca. De hecho, con anterioridad se exigía el acuerdo unánime de la junta de propietarios, algo que se flexibilizó a partir de la reforma de la ley en 2013.

Ese consentimiento del  resto de la comunidad afecta tanto a la división de un piso como a la remodelación de locales para darles uso residencial y a la construcción de nuevas plantas o cualquier otra alteración de la estructura del edificio, incluyendo el cerramiento de las terrazas y modificaciones de partes comunes.

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La única excepción a esta norma estatal es que en los estatutos de la comunidad de propietarios se hiciera constar la posibilidad de división o segregación de los pisos, en ese caso no sería necesario el acuerdo de la junta de propietarios. No es lo más habitual en las comunidades de vecinos en Menorca pero «se dan algunos casos», señala Miquel Quetglas, quien ejerce como administrador de fincas. Este profesional también ha gestionado situaciones en las que la comunidad decide sobre la reconversión de locales comerciales en vivienda, siempre de acuerdo con las condiciones mínimas de habitabilidad y los permisos municipales.

Estos proyectos no suelen contar con la objeción de los propietarios del edificio, que prefieren ver los locales habitados y arreglados como viviendas en lugar de que estén cerrados y muchas veces en estado de abandono.

Los pisos que pueden dividirse para dedicar uno de ellos al alquiler o venta a precios tasados son aquellos que casi no se construyen actualmente, con superficies de 120 metros cuadrados o más, no son tantos pero «aún quedan», y algunos más grandes, afirma el presidente del Colegio de Arquitectos Técnicos, Miguel Ángel Sicilia, desde su experiencia profesional. Al partir la vivienda de 120 podrán salir dos de hasta 60 metros cuadrados a cambio de ponerla en el mercado con un precio limitado.

También podrán acogerse viviendas unifamiliares de más de 180 metros cuadrados, que podrán dar lugar a dos casas de 90 metros cuadrados «sin consumir terreno», destaca Sicilia. La idea, añade, es «factible técnica y económicamente». Por ejemplo, a la hora de crear el acceso al piso segregado, se puede crear una pieza o hall de entrada a la casa y ahí instalar dos puertas. «Además este tipo de pisos grandes ya suelen tener varios baños, se trata de buscar desagües, hacer la cocina y crear las divisiones, es posible estudiando cada caso», concluye.

El apunte

Segmentar y vender a precio tasado con el m2 por las nubes

La nueva vivienda tasada resultante con esta regulación, de 60 y 80 metros cuadrados, se podría vender, según el municipio y la etiqueta energética, a un precio de entre 102.000 y 241.000 euros; en el caso del alquiler, los precios limitados se sitúan entre 385    euros los más bajos y unos 905 euros los más caros. Los dueños de viviendas tendrán que valorar si segmentar, y luego vender o alquilar uno de los pisos en el mercado protegido, les renta, teniendo en cuenta la inversión a realizar. De nuevo se abre una casuística variada. Un piso de 120 metros cuadrados puede ser mucho más difícil de vender que unidades más pequeñas, advierte Miguel Ángel Sicilia, con la división tiene más salida.

En el primer trimestre del año la vivienda se ha encarecido de media un 55,5 % en Ciutadella y un 43,6 % en Maó. El precio del metro cuadrado en la ciudad de Ponent es de 2.628 euros y en la de Llevant de unos 1.900 euros. Con los datos de tasación oficiales, un piso en Ciutadella de 90 m2 cuesta de media 236.574 euros, 25.000 más que hace un año, y uno de 60 m2 cuesta 157.680 euros.