Grupos de turistas mochileros acamparon este verano en la terraza del chiringuito de Binibèquer, que lleva cerrado al público durante las últimas dos temporadas.  | Gemma Andreu

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El litigio entre los antiguos concesionarios y fundadores del chiringuito Los Bucaneros, en Binibèquer, y el Ayuntamiento de Sant Lluís ha entrado en la vía judicial con la interposición de un recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional por parte de los representantes legales de la familia Moysi.

El escrito presentado a comienzos de este mes a la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional en Madrid reclama a la Dirección General de la Costa y el Mar –dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica–, la remisión del expediente completo a los interesados con el objetivo de demandar a la Administración y recurrir la resolución que otorgó la concesión del bar-restaurante en dominio público marítimo-terrestre al Ayuntamiento de Sant Lluís, en un procedimiento iniciado por el anterior Consistorio gobernado por PSOE-Volem y al que ha dado continuidad el actual equipo del PP-Per Balears bajo la alcaldía de Loles Tronch.

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La resolución del pasado 14 de junio contra la que los anteriores concesionarios recurren otorga la concesión de 216 metros cuadrados de dominio público marítimo-terrestre al Ayuntamiento de Sant Lluís, quien había formulado su solicitud para hacerse con el chiringuito en 2022. El destino de la caseta y las terrazas circundantes es el mismo: un establecimiento expendedor de comida y bebida, servicios de suministro y aseos públicos, que ya existían con el anterior concesionario.

Se abre de este modo un nuevo capítulo en el enfrentamiento entre el Ayuntamiento y los titulares de la concesión hasta 2021, el último año que se pudo ver Los Bucaneros abierto y en funcionamiento, tras el cierre por la pandemia. El emblemático bar de la playa de Binibèquer lleva dos veranos cerrado y el litigio judicial probablemente alargue esta situación. Eso no impide que el famoso chiringuito haya sido abierto recientemente para ser una de las localizaciones de un film italiano rodado en la Isla; para la ocasión volvieron a colocarse mesas y sombrillas de brezo como las que hace años Costas mandó retirar a los entonces concesionarios. Ironías del cine y de la promoción turística.

El apunte

Rápida respuesta apenas una semana después del acto de reversión, este mes

Los anteriores titulares de la concesión han acudido a la justicia con celeridad, apenas una semana después de entregar las llaves del chiringuito a Costas, el 3 de octubre. El recurso se plantea en la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional porque es la encargada de resolver los recursos contra disposiciones y actos de los ministerios, como es el caso, ya que el conflicto es anterior al traspaso competencial de Costas a Balears. Antes del acto de reversión de la concesión, realizado en el propio bar de la playa, los anteriores titulares recibieron un aviso municipal, el 22 de agosto, en el que se les apremiaba a entregar las llaves en el plazo de 10 días o la brigada municipal abriría a la fuerza el candado, amenaza que no se cumplió ya que la entrega de las llaves correspondía a Costas, como así se hizo.