Algunos de los cubos que deberán usar los vecinos para la recogida 'puerta a puerta' | Gemma Andreu

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El pleno municipal de Es Castell aprobó este jueves su nueva tasa de recogida de basuras, en este caso sin sobresaltos, gracias a la mayoría absoluta del equipo de gobierno formado por PP e IPEC, aunque los partidos de la oposición, PSOE y Som Es Castell, se abstuvieron.

A diferencia de Maó, donde se prevé una única cuota para todas las viviendas, sin tener en cuenta ninguna variable, en Es Castell se establecen tres tramos en función de los metros cuadrados de la casa. De este modo, para las viviendas de hasta 75 metros cuadrados la cuota anual será de 77 euros, para las de entre 75 y 150 metros cuadrados de 110 euros y para las de más de 150 metros cuadrados de 143 euros. Además, se contempla un factor de corrección del 0,75 para las viviendas diseminadas y del 1,5 para las viviendas turísticas. De momento, la ordenanza no prevé ninguna bonificación en función de las buenas prácticas, pero se incluye un descuento del tres por ciento por la domiciliación del recibo.

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Recogida comercial

En el caso de los comercios, la ordenanza de Es Castell sí que sigue el mismo modelo de la de Maó y la tasa se calculará a partir de una cuota base de 80 euros, sobre la que se aplicarán dos coeficientes, uno en función de la superficie del negocio y otro según su tipología, teniendo en cuenta la cantidad de residuos que generan las distintas actividades comerciales. En cambio, en Es Castell no se establece ningún tope máximo para la cuota final, como sí se hace en Maó, donde ningún comercio podrá pagar más del 20 por ciento del valor del recibo del IBI.

Abstención de la oposición

Desde el PSOE, se abstuvieron en el pleno de «por responsabilidad», aunque Joana Escandell criticó que no hayan podido participar en la elaboración de la ordenanza, así como el poco tiempo que han tenido para analizarla antes del debate plenario. Asimismo, los socialistas consideran que la tasa se debería haber implantado de manera progresiva y teniendo en cuenta también factores como las personas que viven en la vivienda. «El primer año la tasa no tenía por qué cubrir el cien por cien del coste de la recogida, porque el Ayuntamiento ya asumía una parte hasta ahora, y si nos hubiesen hecho partícipes de las reuniones técnicas, esto lo hubiéramos puesto encima de la mesa», lamentaron.

Por su parte, el portavoz de Som Es Castell, Óscar Gómez, también afeó las    formas del equipo de gobierno. «Nos entregaron la documentación el día antes, en comisión extraordinaria y urgente, y creemos que se podría haber retrasado el pleno». Gómez aseguró que «nos abstenemos por coherencia, porque esta ordenanza la pusimos en marcha nosotros», aunque criticó la ausencia de bonificaciones de carácter social en la normativa que, señaló, se podrían calcular a partir del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM).