Un avión de la compañía regional Air Nostrum estacionado en el Aeropuerto de Menorca

TW
11

Toda actividad económica que gira en torno a la movilidad y el sector aéreo, especialmente el turismo, está en alerta por la medida de reducción de vuelos domésticos, anunciada dentro del pacto PSOE-Sumar para conformar gobierno, que se aplicaría en aquellas rutas en las que exista una alternativa ferroviaria con una duración menor de 2 horas y media, salvo en los casos de conexión con rutas internacionales.

Hay todavía poca concreción y muchos matices. Los primeros vuelos señalados fueron los que unen Madrid con Valencia, Alicante, Sevilla, Barcelona y Málaga, aunque esta última ciudad se cayó de la lista y finalmente son los cuatro primeros trayectos los que pueden verse afectados.

El acuerdo político no habla de prohibir sino de «impulsar» esa reducción de vuelos cortos, pero también introduce la salvedad para las conexiones con los hub (centros de distribución del tráfico aéreo). Esto quiere decir que si alguien tiene que viajar desde Valencia a Lima, por ejemplo, podría realizar el vuelo entre Manises y Barajas y de ahí enlazar con la capital peruana. El puente aéreo entre Madrid y Barcelona sí se restringirá, porque existe alternativa ferroviaria de alta velocidad.

Las islas ni se mencionan, al no haber opción de transporte terrestre, pero el recorte de vuelos nacionales, especialmente en invierno, acarrearía problemas de conexión a los menorquines que quieran viajar a una de las ciudades afectadas, o que no encuentren billete con la OSP a Madrid y opten por ir vía Barcelona; antes podían usar el puente aéreo y si prospera este acuerdo deberán viajar en tren. Al mismo tiempo, ese daño colateral de la medida también puede restar visitantes a la Isla que hagan dichos recorridos, pero a la inversa.

Noticias relacionadas

Hay muchos interrogantes todavía y los representantes de Aviba, la patronal de agencias de viajes de Balears, confían en que las Islas queden fuera de futuros recortes en los vuelos. «Sería de juzgado, muy grave, que no se tuviera en cuenta a los isleños y se nos restara conectividad», afirma el delegado de Aviba en Menorca, Llorenç Pons.

También el presidente de Aviba en Balears, Pere Fiol, expresa su confianza en que se respete la especificidad isleña. «Entiendo que el Gobierno va a tener en cuenta el escenario de nuestro país a diferencia del modelo francés, si lo que pretenden es imitarlo, España tiene archipiélagos que dependen en un alto porcentaje de las conexiones aéreas y supongo que van a quedar protegidas», afirma. Fiol cree que esa protección a los territorios insulares debe aumentar «porque en invierno se pierde conectividad, y esta es una de las áreas que más tiene que trabajar el Govern ante Madrid para defender nuestros intereses».

Pere Fiol asegura que desde la patronal de las agencias «apoyaremos un transporte más sostenible siempre que se tenga en cuenta a todos los protagonistas del sector de la aviación civil y comercial, porque una mala decisión podría tener consecuencias desastrosas e irreversibles». En este sentido, señala que si hay compañías que no ven negocio en poder operar ciertas rutas, «buscarán otros mercados». En cuanto a los hubs de Barcelona y Madrid se muestra «convencido» de que «no se va a tocar absolutamente nada cuando tenga que ver con alguna de nuestras islas».

El presidente de Aviba considera «fundamental» que «no se toquen las rutas de aeropuertos pequeños, que no tienen mucha conectividad pero sí puede enriquecer a nivel turístico que tengan buenas frecuencias». «Hay que proteger nuestros archipiélagos y seguir apostando por rutas en aeropuertos secundarios siempre que estas no sean deficitarias», concluye.