Un camarero atendiendo a dos clientas en un establecimiento de la Plaça des Pins de Ciutadella. | Redacción Menorca

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Las pequeñas y medianas empresas relacionadas con el sector turístico han cerrado la temporada con una sensación mayoritaria: la inflación en las materias primas y los suministros y el importante incremento de los costes laborales en sectores importantes como el comercio y la hostelería han hecho que, más allá de los niveles de facturación, la rentabilidad haya sido igual o inferior a la obtenida en 2022. Se han repercutido algo los costes en los precios y por ende en algunos casos han visto aumentar su nivel de ingresos, pero en raras ocasiones se ha traducido en mejoras en la cuenta de resultados.

Es una de las principales conclusiones a las que llega la patronal PIME tras realizar la última encuesta de la campaña sobre la marcha del negocio para los asociados: «La rentabilidad de esta temporada no se asemeja a los resultados de la encuesta», en la que en el conjunto de la campaña turística el número de empresas que aseguran haber incrementado su facturación es del 33,86 por ciento, por el 37,4 por ciento que dice haberse mantenido igual que en 2022 y el 35,63 por ciento que afirma que su volumen de ingresos ha descendido.

Del conjunto de la temporada, que ha ido de más a menos – con un septiembre y un octubre mejores de lo esperado–, los empresarios subrayan cambios de tendencia en el perfil del turista, que ha reducido su periodo de estancia en la Isla y que ha ajustado presupuestos para sus vacaciones debido al incremento del coste de las hipotecas y a la inflación. Solo en septiembre y en octubre se ha empezado a detectar un cliente con mayor poder adquisitivo.

En la valoración de la temporada por sectores, destaca el comportamiento de las viviendas vacacionales, las que arrojan un menor porcentaje de resultados negativos. Solo el 25 por ciento asegura haber visto reducida su facturación, por el 35 por ciento que afirma que ha crecido y el 40 por ciento que se ha quedado en niveles muy similares a los del año 2022.

En el otro lado de la balanza se sitúa el sector del alquiler de vehículos. Pese a que ha mejorado sus resultados en septiembre y octubre por la reducción de la flota de las multinacionales, el balance general es muy negativo, aunque cabe tener en cuenta que la comparación siempre se hace con la temporada de 2022. El 83,3 por ciento de los encuestados ha visto reducir su nivel de ingresos y solo a un 4,17 por ciento le ha ido mejor.

También llaman la atención el alto porcentaje de empresarios que han visto caer su facturación en sectores como el turismo activo (la oferta de actividades deportivas) y los agroturismos, ambos por encima del 45 por ciento. Por contra en el sector comercial y en de la restauración, dos de los que más trabajadores emplean en la Isla, los porcentajes de respuestas positivas superan a los de las negativas.

Prepararse para 2024

Ya con la vista puesta en la próxima temporada, la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Menorca defiende que se debería prever un cambio de tendencia, con una posible mayor demanda en la temporada media y baja. Es por ello que considera que hay que adaptar la oferta de la Isla a esa posible desestacionalización. En ese sentido, abogan por avanzar la puesta a punto de las urbanizaciones para la llegada de los primeros turistas y, en casos como el del socorrismo en las playas, ampliar su periodo de servicio.