La alcaldesa Juana Mari Pons y el concejal Joan Benejam, poco antes de su comparecencia | Josep Bagur Gomila

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La alcaldesa de Ciutadella, Juana Mari Pons Torres, apeló este miércoles a la «responsabilidad» de los grupos de izquierda, mayoritarios en la corporación, para que «se arrepientan» de su voto contrario del martes a los presupuestos y sepan «rectificar» y sentarse a negociar una nueva propuesta que evite prorrogar las cuentas de este año, con el «grave perjuicio» que eso comportaría para los ciudadanos y el personal municipal.

Si antes del próximo jueves día 30 no se ha logrado un acuerdo, el gobierno del PP en minoría se «resignará» y activará los resortes legales para alargar el presupuesto de este año. Eso, advirtió ayer el primer teniente de alcalde de Hacienda, Joan Benejam, dejará a funcionarios y trabajadores del Ayuntamiento sin los 660.000 euros que debía pagarles ya este año por la carrera profesional, la Relación de Puestos de Trabajo    (RLT)«estancada desde hace siete años» y el incremento anual del IPC del 2,5 por ciento.

Tener que prorrogar los presupuestos también afectará a «servicios esenciales para la ciudadanía», como el socorrismo, la recogida orgánica o la atención a los mayores del geriátrico, que no podrán beneficiarse de las mejoras previstas. Tampoco podrá reformarse el cementerio antiguo, ni adaptar las protectoras a la nueva ley de bienestar animal, ni cumplir con la limpieza del torrente de Algendar, ni contratar a la trabajadora familiar con la que se garantizaba una subvención de medio millón de euros que ahora «se perderá». «Hasta las subvenciones nominativas a las entidades corren peligro», avisó.

Por eso, «consciente» de la gravedad de la situación y de su gobierno en minoría, la alcaldesa insistió con reiteración que mantendrá «abiertas» las puertas de su despacho para que la izquierda «recapacite, deje de poner palos en las ruedas» y se avenga a «consensuar» unas nuevas cuentas. «Desde el primer momento dije que esta sería la legislatura del diálogo, e intento ponerlo en práctica, pero poco podemos entendernos si el otro no habla. Hemos confeccionado unos presupuestos continuistas, realistas y sociales, siguiendo su propia manera de confeccionarlos, y ni así ha sido posible».

El problema, aseguró Joan Benejam, es que «aún no sabemos qué quieren». En las siete reuniones convocadas desde el 26 de septiembre, la oposición «no ha formulado ni una sola propuesta». Así que el edil se pregunta «¿qué sentido tiene ponerme a rehacerlo todo para que luego vuelvan a votarme en contra? ¿De verdad tengo que echar por tierra unos presupuestos que destinaban 11 millones a las políticas sociales, educativas y para la juventud? El hecho de gobernar en minoría debería ser enriquecedor para favorecer el consenso y el pacto, pero está visto que no saben consensuar. Piensan en ellos y no en el beneficio de Ciutadella, cuando todos deberíamos ser corresponsables».

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Los argumentos esgrimidos en pleno por la izquierda para rechazar los presupuestos «son solo excusas partidistas» pues, remarcó la alcaldesa, «sí tenemos proyecto, y lo hemos demostrado en estos cuatro primeros meses de mandato.Nuestro proyecto es el geriátrico, el segundo centro de salud, la ampliación del polígono industrial, la pista de atletismo, la estación de autobuses...». Y también el nuevo Plan General, la mejora del matadero o la futura escuela de música, para la que se carece de los 4 millones necesarios para su construcción, lo que obliga a posponer las obras hasta 2025.

38,9 millones de euros

La propuesta a reformular preveía gestionar un presupuesto de 38,9 millones, superior en 600.000 euros al del último ejercicio y que disminuía hasta en un 70 por ciento las inversiones, al no haber recabado el necesario apoyo de la izquierda para subir la tarifa por recogida de basuras que iba a reportar unos ingresos adicionales de 750.000 euros.

Con su aprobación, también se daba luz verde a los presupuestos del Patronato del Hospital Municipal (3,5 millones), el Patronato de Escuelas Infantiles (1,8) y el ente público Ciutadella Cultura (635.000 euros).

El secretario general insular del Partido Popular, Cristóbal Marquès, salió ayer tarde en defensa de sus ediles en el gobierno de Ciutadella y acusó a la izquierda de «querer bloquear el Ayuntamiento y el futuro de la ciudad». De hecho, Marquès contrapone la «oposición partidista y destructiva» de PSOE, PSM y Ciutadella Endavant al «talante dialogante» de la alcaldesa, que «sabe liderar el Ayuntamiento» y quiere hacer avanzar la ciudad «después de ocho años de inacción».

Pese a ello, el PP hace suyo el llamamiento público de la alcaldesa para que la oposición sea responsable, «no paralice» la gestión y le tiende su mano «para poder llegar a un acuerdo».

El apunte

El PP quiere rescatar 32 obras pendientes que valen 22 millones

La memoria de alcaldía que acompaña al presupuesto ha encedido a la oposición porque se la culpa implícitamente del recorte inversor y de la «parálisis» en que se han hallado diversos proyectos.

En concreto, la alcaldesa anuncia su intención de recuperar hasta 32 proyectos pendientes de estos últimos años, por valor de 22 millones de euros, que se ha encontrado «sobre la mesa» y que propone sacar del olvido. En su mayoría, iniciativas de mejora viaria y construcción de infraestructuras, algunas de las cuáles han perdido ya la financiación comprometida por otras administraciones.

El documento, de doce páginas, pretende ser «un reflejo de la situación actual, sin engaños ni artificios», con el objeto de «dejar las finanzas municipales listas para afrontar un futuro incierto en cuanto a ingresos, pero previsible en gastos», y con la «línea roja» de no reducir la inversión social, educativa y cultural.

Pero esta previsión ha quedado condicionada por el «déficit tarifario de 750.000 euros» que ha supuesto el rechazo de la izquierda a subir la tasa por recogida de basuras, lo que ha obligado a renunciar a inversiones de rehabilitación de edificios culturales, el nuevo horno crematorio para el cementerio o la instalación de cámaras de videovigilancia y medidores de ruidos para atenuar las molestias en el casco antiguo. Tan es así que Juana Mari Pons anticipa su intención de revisar al alza    y en consenso algunas ordenanzas municipales.