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La gestión de los amarres del puerto de Maó en los últimos años va quedando en manos de empresas foráneas. Ha pasado en los dos últimos concursos, con la adjudicación de los amarres de la Sirenita (Varadero d’en Reynés) y de Sa Punta de Cala Figuera, cuando mercantiles de fuera de la Isla se hicieron con su gestión por ser el mejor postor. Y existía, y aún existe, el temor de que pueda pasar lo mismo en los puntos de atraque de otras zonas de la rada mahonesa que también están en licitación.

Las empresas menorquinas que están en el negocio del puerto de Maó son conscientes de que o apuestan fuerte o se van a quedar fuera del reparto del pastel. Y ello supone jugar las mismas cartas que la competencia y sacar la cartera. Esto es lo que ha hecho el principal grupo náutico menorquín, Marina Deportiva Menorca S.L., vinculado a la familia Sastre, para poder retener los amarres de Sa Colàrsega.

La empresa menorquina ha ganado el concurso, con el que va a poder seguir gestionando los 200 puntos de atraque 13 años más. Y lo ha hecho a golpe de talonario. El Consejo de Administración de Autoridad Portuaria, reunido este miércoles, lo ha adjudicado a la empresa menorquina. Puertos pedía un canon anual de 109.000 euros, más un 4 por ciento sobre el volumen de negocio. Marina Deportiva subió la oferta y añadió otros 350.000 euros anuales. En total pagará una cantidad fija de 459.000 euros, es decir cuatro veces más que el precio de salida. Asimismo, la futura adjudicataria se compromete a invertir más de seis millones de euros en un espacio de dominio público portuario de más de 20.000 metros cuadrados de lámina de agua.

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Según Autoridad Portuaria, la oferta de la empresa menorquina es la más ventajosa, a la vez que destaca que «garantiza unas tarifas de amarres para pequeñas embarcaciones a precios sociales». En el concurso se presentaron cinco ofertas. Marina Deportiva se ha impuesto al Grupo MSC Balears (antes Marina Seca, ligado a la familia Díaz Ferrán), Next Port Nautical Experience (que gestiona el puerto de Cala en Bosc), la catalana Sonora Yachting 2022, y la mallorquina J2 Sailing Services.

Los otros concursos

En mayo del año pasado se adjudicaron los amarres del Varadero d’en Reynés (Sirenita), con capacidad para 48 embarcaciones de grande eslora a la empresa Poon Hill, del grupo Bimpedi con sede en Barcelona y que cuenta entre sus socios con Marina de Formentera. En ese caso Puertos pedía un canon anual 107.000 euros y la oferta de la adjudicataria incluía un extra de 130.000 euros anuales, lo que hizo que se quedara los amarres que desde 2014 gestionaba el Club Marítimo. Unos meses después, Puertos adjudicó a Tanit Ibiza por 800.000 euros anuales los 30 amarres de Cala Figuera para barcos de hasta 60 metros.

Marina Deportiva no solo gestiona los amarres de Sa Colàrsega. También explota los 381 atraques de la Ribera Norte (en S’Altra Banda), aunque estos también salieron a licitación el pasado mes de abril y todo apunta, teniendo en cuenta lo que mueve el sector en el puerto de Maó, que también se resolverá por el criterio económico. En este caso, Autoridad Portuaria pide un canon anual de 203.000 euros, más el 4 por ciento del volumen del negocio.

A estas cuatro zonas de amarres que Puertos saca a concesión, hay que añadir otras dos, que sí que están en manos menorquinas. Se trata de los 163 amarres del Moll de Llevant que el Club Marítimo recuperó el año pasado, tras haberlos perdidos 15 años atrás, y los 154 atraques del Moll de Ponent, que gestiona Marina Asmen, y que fueron adjudicados en 2021 por un plazo de dos años.