El parque natural tiene menos ejemplares de aves acuáticas pero sí una biodiversidad notable por el número de especies que coinciden. | Gemma Andreu

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El incremento del fondeo de embarcaciones en las calas y costa del Parc Natural de s’Albufera des Grau supone una de las consideraciones más preocupantes que recoge la memoria de gestión del parque correspondiente al año 2022. Fueron 7.368 embarcaciones las que fondearon por alguno de los puntos comprendidos en el parque entre el 12 de junio y el 23 de octubre.

Del año anterior, cuando se registraron 6.483, el aumento llega al 14 por ciento, según los datos recogidos durante las 50 salidas de vigilancia realizas por personal del parque. El pico se alcanzó en agosto, mes en el que se contabilizaron 3.500 embarcaciones, con una media de 255 diarias. «Son datos muy preocupantes porque este año se ha mantenido la tendencia», admite el director del parque, David Martínez. «Por este motivo hemos pedido que haya más agentes de autoridad en el mar porque nosotros no podemos sancionar», explica.

No es de extrañar que este incremento del fondeo también se dejara sentir, de manera aun más inquietante, en sus zonas de posidonia. Con el mismo número de salidas de la embarcación de vigilancia que en 2021, se encontraron 786 barcas sobre posidonia, es decir, 6,6 veces mas que las halladas en el ejercicio anterior. Entre ellas, 475 se detectaron durante agosto, casi el doble de las registradas en 2021.

La presencia numerosa de embarcaciones en zonas del parque natural también se corresponde con la afluencia de visitantes al faro de Favàritx y a las calas más próximas. Se registraron en 2022 un total de 63.950 personas, un 15 por ciento más respecto al curso anterior. La media diaria del último fue de 524 personas, la inmensa mayoría de las cuales accedió al faro en vehículo propio hasta el aparcamiento a 2 kilómetros. Desde que en 2019 se habilitó este parking, un 97 por ciento de los visitantes llega a pie tras dejar el coche en ese parking.

«Cada vez viene más gente a Favàritx», relata David Martínez, lo que supone más presión sobre zonas protegidas también fuera de los meses de verano. El director del parque indica que se ha trasladado a las empresas turísticas «que extremen el respecto al medio ambiente en las actividades que organizan para evitar, por ejemplo, molestias a las aves».

Aves acuáticas

Durante el año del que se informa en la memoria, en s’Albufera des Grau se observaron 35 especies diferentes de aves subacuáticas, con una media mensual de 610 ejemplares. Sin embargo, 2022 registró el número menor de estas aves desde 1998, con 7.314 ejemplares.
El descenso general de aves acuáticas se debe, según una de las hipótesis, a que las temperaturas del norte de Europa pudieron haber sido más suaves, con lo que no tuvieron la necesidad de desplazarse para buscar alimentos.

En función de la salinidad de la laguna, cuando los parámetros son más altos el número de aves disminuye, como sucedió en el año 2021. Las 610 aves diarias es la media más baja desde 2002, muy lejos de la de 2.800 que tuvo en 2014 o 2016. «Quizás influye el cambio climático porque no es por pérdida de calidad; ha habido una pequeña recuperación, hay más biodiversidad por el número de especies aunque haya menos ejemplares».

El apunte

Un total de 13 expedientes sancionadores, cinco de ellos por fondeos sobre posidonia

El departamento sancionador de la Dirección General de Espacios Naturales y Biodiversidad del Govern tramitó a lo largo de 2022 un total de 13 expedientes de sanción a partir de los informes de los agentes de medio ambiente que trabajan en el parque natural. Cinco de estos expedientes fueron debidos, precisamente, a los fondeos de embarcaciones sobre zonas de posidonia. Otros tres ocurrieron por la alteración que puede provocar pasear con perros por este enclave natural, y otros dos por acampar donde no está permitido hacerlo, por pasear con perros en zonas prohibidas y dos por acampadas, aunque se detectaron 18 pernoctaciones.