El exconcejal de Urbanismo en una imagen captada tres dias después de su declaración ante el juez

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Avel·lí Casasnovas no ha concedido ninguna entrevista desde que, hace ya 12 años y medio, fue detenido por el caso Citur, primero, y Nerer, después. Por eso, la declaración que realizó el 16  de enero de 2016 ante el juez instructor adquiere especial relevancia, pues permite conocer los argumentos esgrimidos en su defensa como presunto autor de los delitos de prevaricación administrativa, cohecho, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos y blanqueo de capitales.

«Es Diari» ha tenido acceso a la declaración judicial que consta en el sumario, en la que lo niega todo: su presunta connivencia con los empresarios beneficiados por las permutas, las presiones a técnicos, su enriquecimiento ilícito y el uso de un constructor amigo como testaferro. «Si fuese hoy -dice- no lo haría».

Can Saura Morell

«Mi intención era hacer una escuela de música o de pintura, en un edificio que estuviese bien.Entonces vinieron los señores de Nerer, que querían hacer pisos en Can Saura Morell, pero eso no era posible. De ahí surgió un diálogo para que el ayuntamiento pudiera comprarles ese inmueble a cambio de un solar edificable, que es a lo que se dedicaban».

La ‘joya de la corona’

«Gelabert tenía mucho interés en que incluyésemos esa parcela dentro del convenio del Canal Salat. Pero pedía un imposible: que el Ayuntamiento le tasase los terrenos (de S’Hort den Llinyà) al precio que quería y se lo pagase en dinero. Pero no queríamos descapitalizar el Ayuntamiento y, como sus pretensiones eran muy disparatadas, le instamos a ir al Jurado de Expropiación». Por eso Casasnovas recurrió al informe externo de Agustín Cerveró, «a quien creo a pies juntillas». Se tasó el Cana Salat a 60 euros el metro cuadrado y se adquirieron los terrenos a cambio de un solar apto para gasolinera, dos solares en el polígono y otro edificable en Dalt Sa Quintana, que fue revendido ocho meses después por el triple de su valor. Cuando dejó de ser concejal, Antoni Cavaller le detalló en un mail todo lo ganado en la operación, «porque no me cuadraba lo que salía por prensa, que hubieran ganado tanto».

No se ha beneficiado

Ya conocía a los hermanos Cavaller y al hijo de Jaume Gelabert, pero «ni he tenido nunca una sociedad en común (Gel-Fux), ni una participación oculta, ni he recibido ningún beneficio. Nunca recibí gratificaciones, ni me lo insinuaron. Solo tenía interés municipal en las permutas».

No ha presionado a técnicos

Niega que nunca haya inducido a la arquitecto municipal o a cualquier técnico a tasar las valoraciones a la baja. «No. Nunca lo haría».

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Falta de informes municipales

Argumenta que no contrapuso ningún informe municipal, pese a que Can Saura se tasaba casi un millón más caro que solo meses antes, porque la arquitecto lo vio «correcto». Veló para que «lo avalara con su firma un arquitecto municipal».

«No ha habido perjuicio»

Aunque algunos terrenos cedidos en contraprestación por el ayuntamiento«doblaban o triplicaban su valor», según el juez, Casasnovas dice que «no ha habido ningún perjuicio» y «el tiempo me ha dado la razón».En el único solar apto para gasolinera «no se ha edificado nada». Otro tanto opina del solar de la joya de la corona, porque, «al tener una parte afectada por Costas, tenía un riesgo añadido. Nos iba bien» traspasarla.

Permutas

«Si fuese hoy, no lo haría. Para hacer un bien he tenido mil y un líos».

Pagó las obras en su casa

Niega que Francesc Cavaller pagara la reforma de su casa a través de Gel-Fux, como asegura el constructor. «Yo pagué y una buena parte está acreditado». Y puso el chalé a nombre de su pareja porque entonces «confiaba totalmente en ella».

Inversiones en el extranjero

Confirma que viajó a Polonia y Colombia, pero «nunca con intención de invertir» ni de adquirir ninguna propiedad allí.

No usó a Vinent de ‘testaferro’

Se desvincula de la compra de Es Roseret, que Ildefonso Vinent le ofreció «para que pudiera poner mi despacho. No me interesó». Y tampoco le dio el dinero para pagar el inmueble. «Nunca lo haría, ni con dinero blanco ni negro. A este nivel no me fiaría de él».

El apunte

La jueza prepara dos resoluciones para reactivar el caso

Las noticias de estas últimas semanas en MENORCA «Es Diari» y el alegato de las partes a dar «un nuevo impulso procesal» al caso han hecho reaccionar al Juzgado número 2 de Ciutadella, que instruye las dos causas de presunta corrupción municipal    con las diligencias paralizadas desde 2021.

Según ha podido confirmar este diario, la jueza Maria del Mar Jaume Vicente estaría preparando dos resoluciones con las que reactivar la instrucción, aunque se desconoce en qué sentido.

Las fuentes consultadas han especificado que la juez no ha podido dedicarse hasta ahora a revisar el estado de la causa por el elevado volumen de trabajo que acumula, añadido al hecho de que asume el juzgado que se encarga de atender los casos de violencia contra la mujer.

La última actuación judicial del caso Nerer de la que se ha dado cuenta a las partes se remonta al 8 de julio de 2021, cuando su predecesora María Belén Velázquez dictó un auto por el que acordaba seguir el procedimiento abreviado contra Avel·lí Casasnovas, el constructor Ildefonso Vinent y los empresarios Antoni y Francesc Cavaller, Fernando Orfila y José María Gelabert y sobreseer las actuaciones que se seguían contra la hermana del exconcejal, los administradores de Nerer, el constructor que hizo las reformas en casa de Casasnovas y las dos arquitectos municipales.

12 jueces en 12 años

Desde que la Fiscalía Anticorrupción irrumpió en Ciutadella, en abril de 2011, hasta 12 jueces diferentes han estado al frente del Juzgado número 2, el encargado de instruir los casos Nerer y Citur. Ningún juez ha permanecido en el cargo más de dos años.