Las madres recogen a sus pequeños en una escuela infantil del municipio de Ciutadella. | Josep Bagur Gomila

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El rechazo plenario del proyecto de Presupuesto General del Consell para 2024 deja en el aire una serie de proyectos y actuaciones previstas, todas con repercusión en la vida de los administrados, aunque unas más visibles y directas que otras, como son por ejemplo la gratuidad de las escuelas infantiles de 0 a 3 años y el recibo de recogida selectiva de basuras. El presupuesto que se presentó por el PP y frustrado en la votación contempla una partida de 1,5 millones de euros para la educación infantil, 580.000 euros para el sostenimiento de estos centros –un pago a los ayuntamientos que ya se realizaba–, y el resto, 920.000 euros para complementar la financiación del Govern en materia de educación de 0 a 3 años. Es lo novedoso y lo que permitiría a las familias tener el servicio gratis.

Otra aportación de tres millones de euros a los ayuntamientos, para ayudar a financiar la recogida selectiva de residuos y aligerar así la carga del recibo a los ciudadanos, está también comprometida. El Consell prevé en las cuentas frustradas esa aportación a los consistorios, al igual que una subida de 200.000 euros (en total son 1.100.000 euros) a la partida destinada al Contrato Agrario de la Reserva de Biosfera, con el que se ayuda a las explotaciones agrarias a realizar prácticas sostenibles.

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En el sector lácteo, el presidente Adolfo Vilafranca garantizó que habría ayudas con o sin plan Provilac del Govern, y el presupuesto reservaba un millón de euros para ese concepto. También peligra la reserva de 10,1 millones de euros para seguir con la reforma del tramo Maó-Alaior en la carretera general Me-1 y los 6,6 millones de euros que el PP quería destinar a la promoción turística que realiza la Fundació Foment del Turisme.

Sin duda un área que ve actuaciones comprometidas es Bienestar Social, que tiene proyectos como la reforma de la Casa de la Infancia, la creación de un centro de crisis 24 horas para víctimas de delitos sexuales, y la puesta en marcha del centro de Trepucó III entre otros. Además, las cuentas prorrogadas no recogían los    incrementos de plantilla. El proyecto presupuestario que no prosperó contempla crear 53 nuevas plazas y amortizar ocho. Entre las nuevas están once bomberos, para llegar a los 22 profesionales en dos años; pero el grueso de las contrataciones son de Bienestar Social, ya que en 2024 el Consell tiene que asumir la gestión del geriátrico de Maó-Santiago. Se contemplaba la creación asimismo de siete plazas en servicios sociales para atender nuevos centros.

Las claves
  1. La prórroga será automática al iniciarse el ejercicio económico en enero

    Si no hay un acuerdo in extremis en plenas fiestas navideñas, algo que ahora mismo se ve muy improbable, las cuentas de 2023 se considerarán prorrogadas de forma automática a 1 de enero. Esto sucede al no entrar en vigor el presupuesto correspondiente que debería haber aprobado inicialmente el pasado jueves.

  2. El montante inversor que se ve comprometido es de 42,4 millones

    El capítulo de inversiones anunciado por el gobierno del PPsubía a 42,4 millones de euros, un 48,86 por ciento más que en el presupuesto de 2023. Tras fracasar la negociación, se prorrogan unas cuentas que preveían en inversiones reales 28,5 millones. Entre los proyectos que anunció el PP está la reforma de la Casa de la Infancia, con 33,6 millones de euros,   

  3. La actualización de salarios se recoge en el acuerdo marco estatal

    Este 2024 los trabajadores del Consell tienen que ver una subida del 2 % en sus salarios, a la que se añadirá, si se dan las condiciones debido a la evolución de la inflación, otro 0,5 %. La institución está obligada a cumplir con esa actualización de sueldos que se establece en el acuerdo marco estatal.