Cartel de un local en alquiler en unos bajos del centro de Maó. | Gemma Andreu

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El precio de la vivienda en alquiler experimentó una subida del 18,3 por ciento en Balears durante 2023, hasta situarse en una renta media de 16,1 euros por metro cuadrado, según el último informe del portal inmobiliario Idealista. Destacan los incrementos en los municipios de Santanyí, con un 16,8 por ciento; Calvià con el 11,7 por ciento; y Ciutadella, con un 5 por ciento. Pero al problema de un precio cada vez más alto se une la caída drástica de la oferta disponible de pisos. Tanto es así que en algunos municipios menorquines la web de compra-venta y alquiler no tiene la suficiente entrada de anuncios como para realizar el cálculo de la evolución de precios al cierre del año.

«2023 ha sido un mal año para las personas que buscaron una casa de alquiler», ha declarado el portavoz de Idealista, Francisco Iñareta, «la oferta sigue evaporándose sin visos de que en 2024 vaya a aumentar, y los precios marcan sus máximos históricos este diciembre en la mayoría de mercados», asevera.

En el portal inmobiliario se anuncian en la actualidad poco más de un centenar de viviendas en alquiler. En Maó apenas hay opciones de alquilar por debajo de los 800 euros al mes, solo dos propiedades a una renta de 750 a 780 euros para fincas que no superan los 70 metros cuadrados, con un precio medio de 13,06 metros cuadrados. En Ciutadella,    por debajo de ese precio la oferta se concentra en apartamentos turísticos y en viviendas que buscan el inquilino de invierno, de octubre a mayo. En los pueblos, Es Mercadal es el que presenta una mayor oferta, 29 alquileres, pero los que bajan de los 900 euros mensuales son, de nuevo, apartamentos que solo salen al mercado en temporada baja, porque en mayo se destinan al alquiler turístico.

La causa de esta desaparición de viviendas del mercado del alquiler    se debe a las medidas regulatorias aprobadas por el Gobierno, que culminaron con la Ley de Vivienda, y que han provocado, señala el informe de Idealista, la situación actual, con «la desaparición del inversor en vivienda de alquiler y una retirada significativa de propietarios, que han decidido no continuar alquilando sus casas a la vista de la inestabilidad regulatoria». El portal constata asimismo que «muchos de los propietarios que aún permanecen en el mercado están optando por el alquiler de temporada, como vía para mantener sus inmuebles en el alquiler». Pero como contrapartida, todos ellos han endurecido las condiciones a la hora de ‘elegir’ a    inquilinos «fiables». La suspensión de desahucios a inquilinos que se declaren vulnerables sin alternativa, hasta 2025, es otro factor que influye en la decisión de los propietarios de poner o no sus viviendas en el parque de alquiler.