Fotograma del vídeo difundido en redes sociales en el que un vehículo transporta un gran número de estos canes en una pequeña jaula a remolque en el municipio de Es Mercadal

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La inexistencia de normas que determinen en qué condiciones deben viajar los perros de caza y la difusión de un vídeo que ya se ha hecho viral en el que se ve cómo un vehículo transporta un gran número de estos canes en una pequeña jaula a remolque en el municipio de Es Mercadal ha hecho estallar, de nuevo, la polémica por el trato diferenciado que reciben los perros utilizados en actividades cinegéticas.

Las críticas animalistas, entre ellas las que ha transmitido Pacma a raíz de la publicación de las imágenes captadas en Menorca, denuncian el «hacinamiento» y la «ansiedad» a la que son sometidos los perros de caza durante el traslado y arremeten contra la nueva ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales al considerar que «excluyendo a estos perros, contribuye a su maltrato con la sensación de impunidad de la que goza el colectivo de cazadores».

La controvertida norma, que entró en vigor el pasado 29 de septiembre, deja fuera a los perros de caza y, en los artículos en los que determina las condiciones generales del transporte de animales, se limita a indicar preceptos genéricos. «No hay normas, pero todos los cazadores intentamos que los perros viajen bien para que, cuando cacen, estén al cien por cien y no estén estresados», aseguran desde la delegación en Menorca de la Federación Balear de Caza.

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La falta de un reglamento que concrete el medio de transporte, el número límite de perros o las condiciones que deberían cumplirse para garantizar tanto la seguridad de los animales durante el trayecto como la seguridad vial es algo que preocupa a los colectivos animalistas, que insisten en la «responsabilidad» que tienen quienes transportan a otros seres vivos.

Precisamente, y por norma general, el transporte de animales vivos va ligado a una serie de autorizaciones, acreditaciones y obligaciones como la de incluir la matrícula y los triángulos catadióptricos en los remolques y la de llevar una placa de señalización de transporte de animales vivos. También la de contar con un equipo homologado de extinción de incendios.

«Pedimos que se aplique el sentido común y que haya más sensibilidad hacia los perros de caza», expresan desde la Protectora de Animales de Ciutadella, que abogan por que los cazadores «cuiden de los perros hasta que se mueran». En la Protectora, indican, de 22 perros que tienen actualmente, 14 son de caza: 11 podencos, dos pointers y un setter.