El obispo de Mallorca, el menorquín Sebastià Taltavull. | Toni Barber | Bisbat de Menorca

TW
3

Los conflictos bélicos vigentes en la actualidad han marcado la tradicional Missa per la Pau que se conmemoró el pasado 31 de diciembre en los tres arciprestazgos de Menorca. La celebración contó con la intervención del obispo de Mallorca, el menorquín Sebastià Taltavull, que presidió la misa en la parroquia de Sant Francesc de Ciutadella.

El prelado recordó que, en la actualidad, «hay ocho guerras declaradas en el mundo, una de ellas está afectando a la tierra de Jesús». En este sentido, hizo reflexionar a los asistentes sobre cómo viven la paz y aseguró que «las crispaciones, las faltas de confianza, los recelos, la envidia, todo eso que nos enfrenta los unos a los otros afecta a la convivencia y a la paz en el día a día».

Sebastià Taltavull planteó la pregunta sobre cómo encontrar consuelo ante tanto sufrimiento y afirmó que «estamos llamados a ser instrumentos del amor de Dios en la sociedad».

Consciente del contexto internacional convulso, también quiso recuperar el mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de la Paz de este año, que lleva por título «Inteligencia artificial y paz», y rechazó el uso bélico de la inteligencia artificial, que contempla como motivo de preocupación ética. En cambio, el obsipo de Mallorca manifestó que los avances tecnológicos como la inteligencia artificial deben estar al servicio de la paz y de la dignidad humana, y deben promover un mundo más solidario, justo y pacífico.

El menorquín Sebastià Taltavull, durante la Missa per la Pau, también quiso invitar a los asistentes a crear «caminos de paz y fraternidad en el mundo». Además, les invitó a considerar «un nuevo estilo de hacer las cosas, una nueva manera de actuar, una nueva manera de relacionarnos, siempre que impere la paz, que sea fruto del amor y la estima de los unos a los otros».