La delegada de Educación en Menorca, Alejandra Marquès, en una imagen de archivo. | Josep Bagur Gomila

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Menorca ya tiene tres inspectores de Educación y, en principio, no incorporará ninguno para vigilar el «adoctrinamiento» en clase que, en forma de «intromisiones ideológicas», pide Vox que se controle a partir del próximo curso en las aulas. Así lo asegura la delegada de Educación en Menorca, Alejandra Marquès, quien ha corregido la información errónea difundida en este sentido por la Conselleria, que cifraba en dos el número de inspectores con la idea de «ampliar la plantilla» a un tercero en 2024.

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Marquès también dice que no prevé alterar la función de los inspectores, al menos este curso. De hecho, la Conselleria aún no ha decidido cómo utilizar los 20 millones de euros pactados en el Parlament a instancias de Vox para implantar la libre elección de lengua voluntaria en los centros a partir de septiembre. De estos, una partida de 200.000 euros debe destinarse a incrementar el número de inspectores, que Vox quiere que vigilen que los profesores no pregonen ningún tipo de ideología en clase.

Los inspectores consultados por este diario ya han advertido que son independientes en el ejercicio de su trabajo y no pueden actuar en contra de los derechos fundamentales recogidos por la Constitución. Además, defienden el actual modelo lingüístico y avisan que segregar a los alumnos por razones de lengua puede generar un efecto negativo en la convivencia escolar.