El panel que anunciaba la cancelación del vuelo en Bilbao | J.J.

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Parte de los pasajeros del vuelo 3800 de la compañía Vueling que debía cubrir la ruta directa entre Bilbao y Menorca el domingo, a las 19 horas, no pudo llegar a la Isla hasta el martes por la mañana, y  muchos de ellos lo hicieron sin su equipaje.

Fue el resultado de la cancelación de ese trayecto debido a la huelga de Iberia, principal accionista de la compañía, que dejó en tierra a los viajeros, en su mayoría menorquines tras haber disfrutado de un fin de semana en el País Vasco. En el aeropuerto La Paloma, de Bilbao, se les ofreció recolocarlos en los vuelos con conexión del día siguiente, o bien que lo hicieran por su cuenta y se les reembolsarían los gastos. Los servicios mínimos en este caso no se cumplieron.

Tras pernoctar obligatoriamente en la capital vizcaína, parte del pasaje pudo tomar un avión hacia  Barcelona el lunes al mediodía y posteriormente, enlazar sin problemas con el siguiente hacia Menorca. Pero los otros pasajeros, que debían salir a las 17.30 de Bilbao, lo hicieron con retraso, con lo que perdieron el siguiente vuelo a Menorca desde la ciudad condal previsto a para las 19.55. «No nos esperaron y nos vimos obligados a dormir otra noche fuera, esta vez en Barcelona», explica el conseller, Josep Juaneda, junto a su familia, afectados por la cancelación. Vueling les facilitó el hotel esta vez, pero el del día anterior en Bilbao «tuvimos que buscarlo nosotros y adelantar todos los gastos», indica el conseller.

Estos viajeros no pudieron regresar a la Isla, por tanto, hasta el martes a las 8.30 de la mañana. Para mayor incomodidad, lo hicieron sin su equipaje, extraviado durante varios días. Algunos de los pasajeros, el propio Juaneda entre ellos, no lo recibió hasta este jueves por la mañana, y en el caso de una mujer, lo recibió, además con una rotura en la maleta, lo que culminó la odisea que empañó aún más el fin de semana en Euskadi.