La residencia para personas mayores del Consell, en la imagen, tiene en estos momentos 75 usuarios. | Gemma Andreu

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El nuevo geriátrico que se construye en el antiguo cuartel de Santiago, en Maó, alojará temporalmente a los 75 usuarios de la residencia de mayores del Consell para acometer una importante reforma de este último centro construido en la década de los años 1980 y que «necesita una adecuación a las necesidades actuales», señala la vicepresidenta primera y consellera de Bienestar Social,Carmen Reynés. Es un proyecto «incipiente», subraya, que requiere coordinación con el Ayuntamiento y el Govern, pero que gana fuerza en el Consell porque «es una oportunidad para poder hacer esa reforma», ya que las obras son de calado y es imposible acometerlas con los usuarios viviendo en la residencia. «Estos han cambiado de perfil», explica Reynés.

La Residencia de Gent Gran del Consell, situada en la avenida Josep Anselm Clavé de Maó, está llena y no tiene plazas de dependencia. «No entran por nivel de dependencia sino por orden de inscripción, pero la realidad es que pierden autonomía con los años y acaban siendo dependientes», explica Reynés, por lo que el inmueble requiere mejoras para hacer su vida más cómoda. Pero incluso fuera de ese perfil de usuario, hay requisitos que la residencia debe cumplir, modernizarse, acatar mínimos como en todo lo relativo a la mejora de la accesibilidad, tanto en duchas como en número de ascensores o incluso en la anchura de algunas puertas.

El complejo de geriatría también alberga un centro de día para personas mayores y no está lejos de la residencia geriátrica asistida municipal, en el Cós de Gràcia. Ahora Consell y Ayuntamiento aguardan la finalización de las obras del geriátrico Maó-Santiago, en los terrenos que fueron de Defensa, para dar respuesta a la gran demanda de plazas para mayores. La obra lleva retraso, se había previsto que finalizara en noviembre de 2023, en ese momento finalizaba el plazo de ejecución de 25 meses que tenía la constructora, la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Tecopsa y Antonio y Diego S.A., pero el proyecto ha sufrido modificaciones. No hay nueva fecha comprometida.

El Consell asumirá la gestión del futuro nuevo geriátrico que contará con 120 plazas. Reynés afirma que ya se ha informado al Ayuntamiento de la intención de contar con parte de esas plazas como ‘puente’ para poder afrontar la remodelación de la residencia de mayores de la institución insular. «No es lo que querríamos, sería mejor contar con esas 120 nuevas plazas de golpe pero es una oportunidad para poder hacer esa reforma tan necesaria», declara Reynés.

De hecho los usuarios del centro para mayores del Consell ocuparían más de la mitad de la nueva oferta, hasta que se ejecutara la obra de la Residencia de Gent Gran, por lo que no se rebajaría la lista de espera tanto como se desea desde la institución, al menos temporalmente. Una lista que a finales de 2023 era de 371 personas para entrar en un geriátrico en Menorca.

La consellera apunta que el proyecto de presupuestos de 2024, que no llegó a aprobarse, contemplaba la partida para redactar la remodelación de la residencia, para que echara a andar, pero ahora, con las cuentas de 2023 prorrogadas, habrá que tramitar una modificación presupuestaria. Reynés insiste en que «creemos que esa reforma es necesaria por seguridad y porque en el estado actual, se dificulta el bienestar del usuario».

El apunte

Un edificio de la década de los 80 que ha pasado por sucesivas mejoras

En la Residencia de Gent Gran de Maó se han hecho numerosas reformas pero el proyecto que se baraja en la actualidad sería de mayor calado. El edificio acumula años de historia, la cesión del solar por la extinta Diputación Provincial y la posterior construcción del centro se remontan a la década de 1980. En 1996 se acometió una reforma que finalizó en 1999. Hace ahora 20 años, en 2004, finalizó la conversión de las terrazas exteriores de los dormitorios en boinders y la ampliación de la parte posterior del inmueble, creando una sala de rehabilitación. En la década de los 2000 se hicieron mejoras de seguridad (escalera de emergencia, sistema de detección automática de incendios, remodelación de vestuarios), y la ampliación de la instalación eléctrica. Fueron obras ejecutadas en 2006 y 2008. Más recientemente, en 2017, fue climatizada una parte del edificio y se colocaron placas solares. En 2018 y 2019 se ampliaron las zonas climatizadas y en 2022 se añadieron nuevos despachos en la planta baja.