Adolfo Vilafranca aseguró este lunes en el pleno del Consell que la izquierda no tiene voluntad de pactar el presupuesto. | Gemma Andreu

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Después de que el pasado mes diciembre la oposición en bloque tumbara la propuesta del PP para los presupuestos del Consell para el 2024, las negociaciones entre los populares y los partidos de izquierda, PSOE y Més, parecen estancadas. Y es que a tenor de lo que se vio este lunes en el primer pleno del año, y a pesar de las reuniones mantenidas desde entonces entre las distintas fuerzas políticas y la voluntad de entendimiento pregonada por todos los partidos, el acuerdo parece más lejos que nunca.

La gran distancia que hay ahora mismo entre las partes quedó clara durante el debate de una moción presentada por el PSOE, en la cual se instaba al presidente Vilafranca a trabajar desde el diálogo y de manera proactiva con los grupos de la oposición para conseguir los consensos necesarios para garantizar la estabilidad de la máxima institución insular. La propuesta de acuerdo fue rechazada con los votos contrarios de PP y Vox, y sirvió para que todas las partes se lanzaran acusaciones mutuas de falta de voluntad para llegar a acuerdos.

Acusaciones cruzadas

Durante la presentación de la moción, la socialista Susana Mora recordó que la propuesta presentada por su grupo había quedado pendiente desde el mes de noviembre, tras la ruptura del pacto de gobierno entre PP y Vox, y señaló que ahora cobraba más relevancia que nunca, puesto que desde el Consell todavía no se han dado explicaciones sobre lo que pasó con la no aprobación de las cuentas. «Nos dice que la responsabilidad de no aprobar el presupuesto es culpa de la izquierda, y no dice nada de la responsabilidad de Vox», enfatizó Mora, quien puso como ejemplo de capacidad de pacto el acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez.

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Como respuesta, Vilafranca acusó a PSOE y Més de plantear posiciones maximalistas para evitar alcanzar un pacto y de no querer asumir ninguna responsabilidad. Además, criticó que desde la izquierda se pongan encima de la mesa «condiciones inasumibles para el otro lado». «Es verdad que el equipo de gobierno es quien tiene la obligación de aprobar el presupuesto, pero cuando se plantean acuerdos de máximos, como que el PTI, la carretera o la Ley de Biosfera no se tocan, vemos que no hay ningún tipo de voluntad de llegar a nada», lamentó. En este sentido, aseguró que por parte del PP «la voluntad de llegar a acuerdos es real, pero tenemos unos valores y no estamos dispuestos a todo para gobernar», y remarcó que «preferimos seguir en minoría a renunciar a determinados valores». El presidente también acusó a los socialistas de negociar a través de los medios de comunicación. «Cuando nos reunimos me dijo que me daría una respuesta y lo hizo a través de los medios», sentenció. A todo ello, Mora volvió a recordar a los populares que la responsabilidad de llegar a acuerdos es de quien gobierna. «Ahora dicen que estamos bloqueando, pero ustedes están gobernando, busquen acuerdos. De verdad que no entiendo su juego», añadió.

Por su parte, desde Més per Menorca, Josep Juaneda volvió a reprochar a los populares, como ya había hecho en plenos anteriores, el estar más centrados en hacer oposición que en gobernar.    «Nosotros estamos haciendo nuestro trabajo, pero ustedes no», afirmó. Además, lamentó la incapacidad de los populares para hacer renuncias y llegar a pactos. «Més per Menorca supo renunciar a parte de su proyecto para alcanzar acuerdos con PSOE y Podemos durante los dos últimos mandatos, pero de momento el PP y Vox no han demostrado aquí en la Isla esta virtud, tan necesaria en la sociedad en la que vivimos».

Durante el debate, la consellera de Vox, Maite de Medrano, cuyo cese por parte de Vilafranca dio lugar a la ruptura del pacto de gobierno entre PP y Vox, y que votó de manera decisiva para que los presupuestos del PP no salieran adelante, aseguró «tener la mano tendida para llegar a acuerdos». «Aunque ha habido problemas, no tienen por qué ser eternos, y se pueden solucionar», añadió, para acabar afirmando que «el gobierno del Consell sí que tiene futuro, tres años y medio, aunque a la izquierda no le guste».